El Gobierno nacional negocia con prisa y sin pausa con diputados aliados y gobernadores dialoguistas para poder sostener los nuevos vetos presidenciales a leyes sancionadas por el Congreso. Javier Milei estira los plazos y juega al límite para postergar lo más posible la llegada al Parlamento, pero reglamentariamente esta semana deberá tomar la decisión. El jefe de Estado ya recurrió a esta herramienta para frenar en 2024 un aumento a las jubilaciones y del financiamiento de las universidades públicas. Este año Milei también buscará dejar sin efecto otra suba de los haberes previsionales y la declaración de la emergencia en materia de discapacidad, aunque esta vez en un escenario más adverso en cuanto a los apoyos necesarios para sostener el veto en el Congreso.

Milei empieza a negociar fondos para blindar sus vetos

La situación no es la misma que la del año pasado. En esta ocasión, la oposición consiguió sancionar ambas leyes en medio del enojo de los gobernadores con la Casa Rosada, a la que reclaman desde hace semanas mayores fondos para compensar la caída en la recaudación. Entre los mandatarios y diputados dialoguistas está instalada la idea de que el mileísmo es ingrato con quienes salvan a la administración nacional de golpes que podrían hacerla tambalear. Eso, sumado al año electoral, podría complicar la insistencia con el veto. De hecho, ayer, el gobernador Osvaldo Jaldo recordó que el bloque Independencia -con tres votos que responden a su conducción- ya votó a favor de estas leyes y deslizó que su postura podría ser la misma si fuera necesario insistir con esas normas en el recinto. De manera paralela, otros mandatarios admiten que no hubo contactos formales con interlocutores del Gobierno nacional como para conciliar posturas entre las necesidades de recursos de las provincias y las urgencias de Milei en el Parlamento. Y añaden que es difícil que los diputados que avalaron el aumento para los jubilados modifiquen su postura en caso de que tengan que volver a tratar el tema.

En cuanto a los otros diputados tucumanos, la situación es similar a la de otros distritos: entre el PRO y el radicalismo hay posturas disímiles sobre si en esta ocasión avalarán o no a Milei. Es muy probable que, por ejemplo, Roberto Sánchez apoye la insistencia para voltear el veto y que Mariano Campero haga lo opuesto y salga en auxilio de la Casa Rosada. No se esperan cambios en el resto de los comprovincianos, respecto a cómo vienen votando las leyes en cuestión.

Con el caballo del Comisario

En paralelo a la discusión en el Congreso y la tensión entre la Nación y las provincias, Jaldo avanza al trote con sus planes electorales. El fin de semana lo esperaba en Simoca un caballo peruano ya ensillado y listo para que el gobernador, fusta en mano y sonrisa a pleno, recorriera las calles de la ciudad del Sulky. El mandatario recordó sus años mozos yendo a la escuela a lomo de un criollo y quienes estuvieron cerca suyo afirman que estaba feliz de volver a montar, luego de un tiempo sin hacerlo. Parece toda una metáfora de lo que aconteció estos días. El mandatario sabe que corre con el caballo del comisario, que en este caso sería él mismo. La ventaja del aparato estatal y partidario, la elevada imagen positiva de su persona y de su gestión, y la dispersión opositora conspiran a su favor para que en cualquier momento largue el galope. Como describió Gabriela Baigorrí en su columna dominical en este diario, Jaldo no descarta ser candidato él mismo y revolear la fusta ante quien ose disputarle el liderazgo. “Osvaldo Jaldo es un bombero voluntario que está dispuesto a ir donde lo llaman”, ratificó ayer.

Dimes y diretes: Jaldo, un “bombero voluntario”

Los números de las encuestas de propios y extraños marcan que el gobernador encabeza los rankings de imagen positiva. Eso lo coloca en una posición privilegiada como para medirse en las urnas, pero también marca falencias en su plan de construcción política: no logra forjar o fortalecer figuras que le ayuden a traccionar votos. El jaldismo es Jaldo. Por ello el triunfo o la derrota será suya. Apuesta fuerte, como siempre.

Respecto del peronismo antimileísta, las charlas se retomarán cuando el vicegobernador, Miguel Acevedo, regrese de su descanso. Es una suerte de garante del diálogo y de la posible unidad. La pregunta es con quiénes será el acuerdo. El manzurismo se acota cada vez más, mientras se reorganiza un justicialismo que lo único que quiere es que se lo identifique como claro opositor a Milei.

Sánchez, en su laberinto

Así como Jaldo parece dispuesto a arremeter al galope, Roberto Sánchez parece tirar de las riendas para aplicar el freno. El radicalismo camina hacia una alianza con el socialismo en el marco de lo que negocia el partido a nivel nacional. Los interventores Hernán Rossi y Jorge Rizzotti mantienen charlas con representantes de las distintas líneas internas para tratar de acomodar las fichas de cara a los comicios. En esas conversaciones también habría intervenido el presidente del radicalismo nacional, Martín Lousteau, para conciliar esa alianza con el socialismo. Lo que algunos le achacan a Sánchez es la demora en salir a marcar la cancha y definir el discurso de campaña con el que debería pararse entre lo que plantea La Libertad Avanza por estos lares y la confrontación amable de Jaldo con el Gobierno nacional. Otro dilema: ¿qué pasará con Mariano Campero? El diputado pegó un portazo y se fue de la UCR para fortalecer su partido, Cambia Tucumán. Además, mantiene un duro enfrentamiento con Lousteau. ¿Podrá conciliar lo político con lo “sentimental”? El ex intendente de Yerba Buena mantiene una línea de apoyo en el Congreso hacia lo que Milei solicita, mientras que Sánchez se mostró más dispuesto a insistir con la suba para los jubilados, por ejemplo, en caso de veto. Son posturas que los ubican en puntas opuestas, pero al mismo tiempo a ambos los une una relación de amistad y un camino político que en los últimos años supieron transitar juntos.

Estos días serán clave y antes del viernes podría haber novedades sobre qué hará Campero. Continúa debatiéndose entre declararse prescindible en estos comicios nacionales, apoyar a su amigo Sánchez o forjar algún tipo de alianza con los libertarios.

Catalán se entusiasma

En medio de aquellos preparativos oficialistas y radicales, La Libertad Avanza se ubica con un paso constante como alternativa política. El vicejefe de Gabinete de la Nación, Lisandro Catalán, también anduvo a las corridas entre cascos de caballos, pero en el acto de la Sociedad Rural en Buenos Aires. A diferencia de Jaldo, aún no ensilló, pero por las dudas ya reservó una montura para él o para Manu Guisone. A los libertarios los entusiasman los números que arrojan las encuestas en cuanto a sus posibilidades de polarizar la elección con el oficialismo y pelear cabeza a cabeza por la victoria. La intención es instalar el discurso contra cómo y en qué gasta el Estado tucumano, y consolidar la marca LLA por encima de los postulantes. No está claro si Catalán será candidato. Guillermo Francos se consolida como pieza fundamental del círculo íntimo presidencial ante la pelea entre Karina Milei y Santiago Caputo, y el tucumano es su mano derecha. De hecho, la semana pasada dedicó tiempo y saliva en reuniones con diputados diversos. Esta semana continuarán las charlas con parlamentarios para tratar de garantizar que los vetos presidenciales prosperen. Ante esa situación, las chances de que Catalán sea candidato dependen de la decisión de Francos. Y del Presidente. Igualmente, la intención es que los Milei y los ministros más taquilleros muevan el proselitismo por estas tierras y traccionen votos sin importar quiénes sean los candidatos.

Algunos caminan, otros trotan y están quienes galopan. ¿Llegarán a la meta?