“El asesor agrodigital es el técnico que conecta el campo con la tecnología; y actualmente es una figura clave en este desarrollo. No reemplaza al agrónomo de campo, sino que lo complementa. Es alguien que entiende la agronomía, pero también conoce el mapa de tecnologías digitales disponibles. Sabe cómo hacer una prescripción variable, cómo interpretar imágenes satelitales, cómo calcular indicadores ambientales y cómo construir un historial técnico del lote”. precisó el presidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), Marcelo Torres.

Añadió que tal perfil requiere una mirada estratégica. “No se trata de empezar por la certificación, sino de sentar bases sólidas: digitalizar el establecimiento, ordenar la información, generar datos de calidad. A partir de ahí, se pueden implementar prácticas de sitio específico, construir trazabilidad, medir huellas y avanzar hacia la certificación. El asesor agrodigital es quien puede acompañar ese proceso paso a paso”, afirmó.

Consideró fundamental que este mantenga contacto directo con el productor y con su equipo técnico, que conozca los puntos críticos de cada establecimiento, las preguntas que se hacen en el día a día, y las herramientas disponibles para resolverlas. “En muchos casos, eso implica incluso desarrollar soluciones a medida junto con empresas tecnológicas”, explicó Torres.

Contó que en Aapresid tienen experiencias concretas: “Drones que se usan para mapear malezas en lotes irregulares y luego permiten aplicaciones selectivas; y operarios jóvenes egresados de escuelas agrotécnicas que manejan sembradoras de alta precisión y capacitan a otros. Todo eso está ocurriendo; el desafío es escalarlo”.

Subrayó que el perfil exige formación continua, vínculos fluidos con la industria, con las escuelas técnicas, con las cooperativas, y una gran capacidad de adaptación. “La tecnología avanza muy rápido, y si no hay personas capaces de acompañar ese ritmo desde el territorio la brecha seguirá creciendo”, dijo. Y añadió que en Aapresid están convencidos de que el futuro de la producción sustentable depende en gran parte de que estos perfiles se multipliquen, se consoliden y se profesionalicen: “La digitalización no la hacen las plataformas: la hacen las personas”.

Torres visitó la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), y dijo que resultó muy gratificante, pues halló un equipo técnico comprometido, con una visión prospectiva que articula ciencia, producción e industria. “Eso es fundamental para que esta transformación se sostenga y escale. Instituciones como la Eeaoc tienen un rol clave en la construcción de estos nuevos perfiles. Combinan formación técnica, investigación aplicada y un conocimiento profundo del territorio. Están en una posición inmejorable para ser protagonistas de este cambio”, dijo.

Y contó que ya vienen conversando con técnicos locales para organizar talleres, escuchar a los productores y detectar desafíos concretos. “Queremos que Tucumán tenga un rol destacado en esta agenda nacional de agricultura sustentable y digitalizada”, indicó.