La sesión de la Cámara de Diputados de ayer logró la media sanción para cambiar el huso horario en Argentina. De ser aprobada en el Congreso, la normativa llevaría a cambiar lo que marcan los relojes en todo el país. La propuesta del diputado Julio Cobos tiene como objetivo reducir los costos por el consumo de energía.
Desde Tucumán, un llamado a repensar el huso horario argentino: “Estamos desfasados con el sol”Argentina utiliza el huso horario -03 GMT desde 1969, pero el territorio nacional no es atravesado por este huso, según indican los especialistas. Por eso, Cobos plantea pasar al huso -04 GMT, lo que implicaría retrasar una hora los relojes. Pese a que una ley sancionada en 2007 planteaba usar -03 GMT para invierno y -02 GMT en verano, la medida dejó de aplicarse en 2009.
El sitio Tiempo AMBA explicó que el planteo de Cobos propone llevar el horario a -04 GMT. “Actualmente los amaneceres son a las 7 y los atardeceres a las 18.52. De ser aprobado, quedarán en 6 y 17.52 respectivamente”, publicaron desde la cuenta de X del portal de noticias meteorológicas.
¿Qué implicaría cambiar el huso horario en Argentina?
La propuesta tiene por objetivo evitar aumentar los consumos de energía eléctrica en un contexto mundial en que las tarifas aumentan. Las guerras en Ucrania y en Medio Oriente afectaron directamente los precios en petróleo, gas y carbón.
Cobos también invitó a los países del Mercosur a colaborar con el cambio de huso horario. Propuso coordinar las “fechas de modificación (de la hora) a fin de facilitar, entre otras, las relaciones de sus actividades comerciales, bursátiles, bancarias y de transporte”.
De ser aprobada la normativa, además del cambio en los relojes, el nuevo huso horario impactaría en los horarios de jornadas laborales, escolares, el servicio de transporte público y de iluminación pública que deberían adaptarse a las condiciones solares diarias.
Son muchos los países en todo el mundo que tienen cambio de horario de invierno y verano y experiencias previas indican que aunque los primeros días pueden resultar incómodos –propiamente porque la ciudadanía debe adaptarse–, resulta conveniente en el mediano plazo.