Una breve recuperación del parque 9 de Julio y de su lago San Miguel ocurrió en 1991, según se publicó el 25 de julio de ese año.

“Con más ingenio que recursos finalmente se pudo devolverle al parque 9 de Julio la vida que el abandono y la desidia habían tratado de quitarle”, comenzaba la crónica, que contaba que en 15 días se había llenado el embalse, se habían sembrado pejerreyes y se había puesto una pequeña reserva de aves acuáticas (90 en total, entre gansos y patos).

Los botes a pedal volvían a surcar el lago y se había reforestado el parque con 500 plantines, “La comunidad retornó al parque, cuya silueta dibuja algunos de los esplendores de otros tiempos”, añadía la nota,

Recuerdos fotográficos: 1916. Se publican en el diario las inasistencias del Colegio Nacional

En la imagen se observa al fondo, orgullosa, la confitería del Lago, que duraría hasta 1997, cuando empezó su decadencia hasta ser demolida en la mitad de la primera década de este siglo.

Hoy, con 10 nuevos botes a pedal, otros peces, otra reserva de 50 patos y 18 gansos, y la idea de que se gestionará de nuevo la confitería, el lago espera recobrar su encanto.