Con cierto retraso, finalmente quedó constituida la “Comisión Especial para el Estudio, Evaluación y Reforma del actual Código de Planeamiento Urbano (CPU)”. Estará conformada por 14 miembros, 10 por parte del Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán (tres por la primera minoría y uno por cada uno de los restantes bloques) y cuatro representantes del Ejecutivo municipal.
Mediante decreto, el presidente del Concejo, Fernando Juri, designó a Facundo Vargas Aignasse (titular de la Comisión); Gonzalo Carrillo Leito; Gustavo Cobos; Ramiro Ortega; Juan Carlos Ale; Emiliano Vargas Aignasse; Federico Romano Norri; Leandro Argañaraz; Gastón Gómez; y Carlos Arnedo.
En representación del Poder Ejecutivo municipal, mediante resolución de la Secretaría General se nombró a cuatro arquitectos: Luis Lobo Chaklián; María Guadalupe Rearte; Marcelo Daniel Beccari; y Mónica Gladys Alicia Alian.
Esta Comisión tendrá un plan de trabajo dividido en tres etapas. La primera, de Diagnóstico Participativo: relevar el actual CPU; un ciclo de Audiencias Públicas; propuesta de reglamento Interno para las audiencias; de participación (organizaciones, instituciones públicas y privadas, profesionales y ciudadanos que acrediten interés legítimo); y registro y publicidad audiovisual de las decisiones.
Buscan mejorar la interconexión entre barrios de la periferia de San Miguel de TucumánLa segunda etapa será la de recepción y sistematización de las propuestas, mediante foros participativos; talleres barriales; mapeo colaborativo de problemáticas; presentación de anteproyectos; y encuestas y consultas digitales ciudadanas.
La tercera etapa consistirá en la redacción del anteproyecto consensuado y un dictamen final.
Cronograma tentativo
La duración estimada del plan de trabajo será de 1) Diagnóstico y audiencias, de tres a cuatreo meses; Recepción y análisis de propuestas, cuatro meses; redacción del anteproyecto, de tres a cuatro meses; y presentación y dictamen final, un mes, en un tiempo total estimado de 12 meses.
El secretario de Obras Públicas de la capital, Lobo Chaklián, reconoció que “casi la mitad de las calles no tienen nombre, o numeración o carecen de asfalto”. Admitió que es un problema grave y que en el nuevo CPU se está trabajando fuerte en la cuestión de la identidad, en cuanto a reorganizar las divisiones barriales, porque hoy existen 309 barrios (seis veces más que CABA, que tiene el doble de superficie)”.
En el nuevo CPU, adelantó el funcionario, trabajan sobre la base de simplificar la ciudad en 20 distritos bien definidos. “Hay que recuperar y afianzar la identidad de los barrios. Algunos son sólo tres manzanas y no tienen ni nombre; eso hay que cambiar. También hay muchos barrios inconexos entre sí y para eso, además de pavimento, deberíamos hacer tres o cuatro puentes que cambiarían por completo ese aislamiento, sobre todo en el sur de la capital”, especificó.
Más barrios diseñan proyectos: vecinos del noreste sumaron ideasMientras se elabora el nuevo CPU, sería bastante sencillo incluir este tema. Es muy importante, no es complejo ni demasiado costoso, que las calles, además de dotar con nombres y numeraciones a las que no tienen, que hubiera en todas las esquinas carteles que indicaran en qué barrio estamos.
Nuevo instituto
En paralelo, en julio se aprobó la ordenanza 5.459, que ya está promulgada y espera ser reglamentada por la Intendencia, para la creación del “Instituto de Investigación y Planificación Urbana”.
Tendrá las funciones de investigar temas de urbanización, transporte, infraestructura y ambiente. También elaborar planes de desarrollo urbano, mejoras del transporte público y movilidad, planificación de espacios públicos y verdes, supervisar los proyectos de infraestructura urbana, y fomentar la participación ciudadana y académica.
Estará conducido por un directorio, integrado por representantes del Ejecutivo, de las universidades públicas o privadas y colegios profesionales y sus funciones serán ad honorem, por dos años con posibilidad de ser reelegidos.
“La reglamentación de este Instituto ha pasado a segundo plano hasta que se concluya el nuevo CPU. No tiene sentido que la intendencia reglamente ahora este organismo si no tenemos el nuevo CPU. Seguramente, cuando se termine y apruebe el nuevo CPU, no tengo dudas que la intendenta reglamentará este nuevo Instituto, que será una herramienta fundamental para llevar adelante el nuevo Código”, adelantó a LA GACETA el presidente de la comisión de Planeamiento del Concejo, Facundo Vargas Aignasse.