El Balón de Oro 2025 dejó a Lamine Yamal en el segundo puesto, detrás de Ousmane Dembélé, pero la familia del joven crack español se mostró más que confiada de cara al futuro. Su padre, Mounir Nasraoui, fue protagonista en la salida del Théâtre du Châtelet de París al transmitir un mensaje claro: la revancha llegará.
“Un saludo a toda España, el próximo año es nuestro”, lanzó Nasraoui a los micrófonos, en tono firme y optimista. Con 39 años y de origen marroquí, el padre de Yamal fue “la voz cantante del clan” familiar durante la gala, en la que estuvo presente junto a su hijo y a la abuela del futbolista.
Su actitud no pasó desapercibida. Sonriente, con un “gesto ganador” y un estilo canchero, se retiró de la alfombra roja aplaudiendo y gritando “¡vamos, vamos!”, como si se tratara de una arenga futbolera. Más que una reacción de consuelo por el segundo lugar, fue interpretado como un auténtico voto de confianza en el talento de Lamine.
El respaldo de su padre se da en un contexto especial: en 2026 habrá Mundial y la Selección de España, con Yamal como una de sus figuras, parte como candidata. Por eso, en la familia no dudan de que el futuro inmediato traerá nuevas consagraciones.
En París, mientras Dembélé celebraba su primer Balón de Oro, Mounir Nasraoui dejó en claro que la historia de su hijo apenas comienza. Y, con fe absoluta, anticipó lo que muchos imaginan: que Lamine Yamal será protagonista indiscutido de la próxima edición.