La Selección Argentina Sub 20 tendrá mañana un nuevo examen en el Mundial que se disputa en Chile. Después de un estreno convincente frente a Cuba, al que derrotó 3-1 con dos goles de Alejo Sarco y otro de Ian Subiabre, el equipo conducido por Diego Placente se medirá con Australia por la segunda fecha de la fase de grupos. El encuentro se jugará desde las 20 en el estadio Elías Figueroa Brander de Valparaíso, con transmisión de DSports y Telefe.
La “Albiceleste” llega con la confianza que le dio su debut. Aunque el partido contra los cubanos tuvo una dificultad inesperada: la expulsión de Santiago Fernández a los diez minutos por una dudosa decisión arbitral, el conjunto argentino supo recomponerse, ordenarse y aprovechar la jerarquía individual de sus jóvenes figuras. Sarco, delantero de Bayer Leverkusen, se erigió como protagonista con un doblete, mientras que Subiabre, la joya de River, cerró el marcador y dejó en claro que este plantel tiene recursos de sobra para competir en el máximo nivel juvenil.
El triunfo inicial posicionó a Argentina en lo más alto de su grupo y lo deja en condiciones de abrochar de manera temprana la clasificación a octavos de final. Con un formato que premia a los dos mejores de cada zona y a los cuatro mejores terceros, una nueva victoria prácticamente le asegurará el pase a la siguiente instancia, sin depender de otros resultados.
El rival
Del otro lado estará Australia, que debutó con derrota ante Italia (1-0) y llega al partido con la obligación de sumar. El seleccionado oceánico, que consiguió su boleto al Mundial tras consagrarse campeón de Asia, demostró ser un equipo duro y ordenado, aunque todavía le cuesta imponer su poder ofensivo. Para ellos, el cruce con Argentina representa una final anticipada: una segunda caída podría comprometer seriamente sus chances de avanzar.
Los antecedentes recientes favorecen a la “Albiceleste”. En junio, ambos seleccionados se enfrentaron en dos amistosos preparatorios, con triunfos argentinos por 2-1 y 2-0. Esos resultados, sin embargo, no garantizan nada en un torneo oficial donde cada detalle puede marcar la diferencia.
Argentina confía en mantener el envión de su estreno y dar otro paso en busca del gran objetivo: instalarse entre los mejores de la competencia y soñar con volver a lo más alto del fútbol juvenil mundial.