1997 fue el año bisagra de la confitería del lago San Miguel. Se hizo una ordenanza para licitar el singular edificio de techo parabólico. Se pedía que se hiciera un local de “fast food” y un local para administrar un acuario. La ordenanza, del edil José Luis Avignone, fue vetada parcialmente por el intendente Oscar Paz.

El nuevo siglo ya la encontró degradada. En 2001 la Municipalidad la clausuró al constatar que alguien la explotaba sin autorización. El mobiliario fue llevado al corralón. En 2002, en una ola de revisión de concesiones -que llevaría a la demolición de bares como el Grill y la Pérgola- se reveló que el restaurante el Lago seguía ocupado y con juicio de desalojo.

En febrero de 2005 los funcionarios del intendente Domingo Amaya advirtieron que ya había sido saqueada, que era refugio de jóvenes que iban a alcoholizarse y drogarse y que se intentaría llamar a licitación; pero que antes que reinvertir era preferible demolerla. El concejal Esteban Dumit contaría que en 1995 él y dos socios habían hecho funcionar durante un año la confitería. “El edificio presentaba varias fallas. El techo tenía goteras, los baños eran pequeños y, como las paredes eran de vidrio, mantener el sistema de refrigeración costaba mucho”.

Por 2005, además, estaba el proyecto alperovichista de erigir un local de maquinitas en el Hipódromo y se contemplaba poner un centro de convenciones en la ex confitería.

En 2008, desmantelada, casi sin techo, pisos, azulejos ni paredes, el edificio fue demolido.

“Recuerdo cuando venía con mis padres a la confitería y estaba hermosa”, decía en 2005 el visitante Miguel Robles. “La arquitectura es muy especial porque permite disfrutar de todo el paisaje del parque”.

Recuerdos fotográficos: 1961-1997. El lago San Miguel y el glamour de su confitería

Eso se complementaba con la idea que había plasmado el gobernador Celestino Gelsi en 1961, durante la inauguración del lago, en la que se anunciaba ya la confitería: “en las noches diáfanas, se mirarán en el espejo del agua las estrellas, y la luz de la luna filtrándose a veces por entre la fronda, lo convertirá en espejo de playa; serán noches de paz y de romances las transcurridas a su vera; y cuando el sol brille el espejo será azul al reflejarse el firmamento”.