La derrota ante Marruecos en la final del Mundial Sub-20 dejó a Diego Placente con una mezcla de tristeza y orgullo. El entrenador de la Selección Argentina reconoció que su equipo sintió el peso del contexto y que ese inicio adverso condicionó todo el desarrollo del juego.

“Se nos complicó al principio del partido. Los nervios nos costaron el primer gol y, al abrir el marcador, ellos jugaron a lo que saben: cerrarse en defensa, darle la pelota al rival y aprovechar los espacios”, analizó el DT.

Placente lamentó que, cuando la Selección logró acomodarse en el campo, el marcador ya mostraba una distancia difícil de revertir. “Cuando volvimos al partido, ya estábamos 2-0 y era complicado. Ellos son un equipo que, si se pone en ventaja, se ordena muy bien atrás. Todos los partidos esperaron al rival y salieron rápido de contra. Nos costó mucho encontrarles la vuelta”, agregó.

El técnico explicó además que el equipo sintió el desgaste físico y mental de un torneo largo. “Venimos de una competencia muy dura, con rivales que nos exigieron al máximo. Los chicos dieron todo, y eso es lo que más valoro. Estas finales se definen en detalles, y hoy nos tocó quedar del otro lado”, reconoció.

Más allá de la tristeza, Placente se mostró orgulloso del proceso y del crecimiento del grupo. “Obviamente los chicos están tristes; todo lo que les digas ahora no lo van a escuchar. Pero deben estar orgullosos del campeonato que hicieron. A veces se gana y otras se aprende”, concluyó con serenidad.