La Solano Vera es hoy un punto neurálgico del tránsito metropolitano, una avenida que refleja tanto el crecimiento como las contradicciones del desarrollo urbano tucumano. El ensanche de un tramo de esta arteria, que comenzará dentro de 10 días, es un intento por ordenar una ciudad que creció mucho más rápido de lo que se planificó.
Así lo analizaron los urbanistas, quienes remarcaron la importancia de la obra que permitirá ganar un carril más de cada lado de la avenida a lo largo de un poco de 1.000 metros, desde la Plaza Vieja hasta el Camino de Sirga, justo donde termina Yerba Buena y arranca El Manantial. De ahí en adelante, la arteria recorre cuatro kilómetros hasta que desemboca en la ruta 338.
No obstante, los expertos creen que la avenida exige respuestas más amplias, que incluyan una mirada metropolitana. El concejal y arquitecto Franco Marigliano, que preside la Comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante, reconoce que la Solano Vera es hoy un camino caótico, colapsado e inseguro. “No es sólo una arteria que conecta Yerba Buena con San Pablo y El Manantial, sino que funciona como el principal corredor entre el norte y el sur del área metropolitana. Entonces, el problema ya no es local, sino provincial”, advirtió.
La obra de ensanchamiento que comienza en los próximos días -con un presupuesto de más de $370 millones de pesos y un plazo estimado de tres meses- busca transformar una arteria que hoy está desbordada. “Son dos metros y medio más de calzada por cada lado, lo que incrementa en un 70% el ancho total. Es una obra de muchísima importancia”, destacó el concejal.
La Solano Vera es una avenida colapsada que ya espera su transformación“Es una avenida estratégica no sólo para la ciudad, sino para toda el área metropolitana”, remarcó Marigliano. “Por la Solano Vera entra a Yerba Buena gran parte del tránsito del sur provincial. Por eso, esta no es solo una cuestión local; es provincial. El municipio tomó la posta con esta obra, pero la provincia también debería estar presente”, subrayó el profesional.
El colapso vial de la Solano Vera, según el edil, es consecuencia directa del rápido crecimiento urbano y comercial de Yerba Buena. De hecho, basta con ver las cifras: en los últimos años la ciudad pasó de tener 30.000 habitantes a más de 105.000. Según el último censo 2022, desde 2010 la “Ciudad Jardín” sumó el 55% más de viviendas. Esa explosión demográfica y del mercado inmobiliario ha hecho que la infraestructura sea insuficiente. Y un claro ejemplo se ve en la Solano Vera. En los alrededores de la avenida, se han sumado decenas de barrios cerrados y countries.
El ensanche de la Solano Vera: más de 1.000 metros de obra y 90 días de trabajoY hay otro fenómeno de fondo: Yerba Buena es una especie de madre contenedora de otras comunas cuyos habitantes la visitan a diario para resolver temas de comercio, salud, educación y recreación.
Mejoras puntuales
Desde hace años se realizaron mejoras puntuales sobre la Solano Vera: semáforos nuevos, arreglos en el asfalto y renovación de la Plaza Vieja. Sin embargo, el tramo más crítico, que es el que está después de la Plaza, nunca había sido considerado hasta ahora.
“Urbanísticamente es una avenida compleja porque tiene tramos muy distintos. Pero ensanchar la calzada desde la Plaza hasta el Camino de Sirga es fundamental. El flujo de autos seguirá creciendo, y este ensanche aliviará mucho el tránsito”, consideró Marigliano.
La arquitecta y urbanista Valentina Japaze, por su parte, ofreció una mirada crítica y estructural sobre las causas del colapso vial que sufre la avenida.
“La ciudad está enfrentando la consecuencia de un crecimiento desmedido y sin planificación”, sostuvo. “Durante años se permitió que los barrios cerrados se desarrollaran sin pensar en la infraestructura vial. El hecho de que un barrio se cierre a la ciudad niega la posibilidad de abrir nuevas vías de circulación. Por eso, la zona está tan colapsada”, explicó.
El ensanchamiento de la avenida Solano Vera abre un nuevo frente de debate en Yerba BuenaJapaze señaló que la actual situación de la Solano Vera y de otras arterias similares no es un fenómeno aislado, sino la reacción a un modelo urbano fragmentado. “La multiplicación de los barrios privados, uno al lado del otro, sin prever conectividad entre ellos, cierra la trama urbana, y el tránsito inevitablemente se concentra en unas pocas avenidas”, afirmó.
Según la urbanista, cada loteo nuevo multiplica la presión sobre las mismas arterias: “un country puede tener 40 casas; son 40 autos. Multiplicá eso por 10 desarrollos seguidos, todos descargando en la Solano Vera o el Camino de Sirga. Es lógico que colapse”, planteó.
La Solano Vera nació sin planificación, apuntó. “Era un camino rural, heredado de hace siglos, que se fue pavimentando por necesidad. Nunca se diseñó para ser una arteria principal; fue el uso lo que la transformó en tal”, explicó.
En ese sentido, consideró positivo el ensanchamiento, pero advirtió que no puede ser la única obra. “No me parece una mala decisión ensanchar la avenida, que está desbordada. Pero sería importante pensar en paralelo otras vías de circulación que ayuden a descentralizar el tránsito. No todo puede resolverse ampliando una sola avenida”, señaló.
La profesional insistió en la necesidad de planificar el crecimiento a largo plazo. “Estos son planes que se deberían pensar a 50 años. Nadie tiene una bola de cristal, pero sí se puede proyectar hacia dónde tiende a crecer la ciudad y prever las conexiones. Bastaría con establecer, al momento de aprobar un loteo, que el desarrollador ceda una franja para una futura calle de doble sentido. Eso resuelve mucho”, propuso.
La avenida Solano Vera: entre ser la nueva Perón u otro Camino del PerúFinalmente, reflexionó sobre la tensión entre la rentabilidad privada y el interés público: “siempre está la puja por vender la mayor cantidad de metros cuadrados posible, pero esa lógica termina siendo cortoplacista. Si no se prevé infraestructura vial, todo el sistema se vuelve insostenible”, concluyó.
La voz de Japaze se suma a la de otros especialistas que reclaman pensar el Gran Tucumán de manera integral. El caso de la Solano Vera, con su mezcla de crecimiento, improvisación y soluciones parciales, vuelve a exponer un diagnóstico claro: sin planificación a largo plazo, las obras se convierten apenas en parches sobre un modelo urbano agotado.
Obras para aliviar la falta de agua: luego de reclamos vecinales, refuerzan el suministro en Yerba Buena
Vecinos de Yerba Buena denunciaron hace una semana que llevaban más de diez días sin agua en zonas como El Corte y Lomas de lmbaud. Ante la crisis la SAT inicio obras en el río Muerto y Anfama y habilitó un nuevo pozo en Lamadrid y Quintana para reforzar el suministro. Las tareas permitirán aumentar el caudal y mejorar la provisión en toda la ciudad, según informó la empresa provincial.