La primera mitad de la jornada electoral estuvo signada por el "faltazo" de las autoridades de mesa (con la consecuente demora para comenzar a votar en algunas escuelas), por el agrado que les provocó a algunos la sencillez y rapidez para votar con la Boleta Única Papel (BUP), por la confusión que les generó a otros la propia BUP (no sabían cómo votar) y por la poderosa maquinaria "movilizadora" del oficialismo.

En la Secretaría Electoral Nacional se vivió con preocupación la cantidad de ciudadanos que faltaron a cumplir con su rol de autoridad de mesa. Es algo que se viene repitiendo y parece que debería ser momento que las autoridades nacionales revean el sistema o busquen más incentivos para que ese rol se asuma y se cumpla. El ciudadano promedio, con pluriempleo y agobios diversos, esquiva un compromiso de una jornada en la que debe invertir por lo menos 12 horas de trabajo en quizás el único día que tiene para descansar. Punto a revisar.

La BUP fue la verdadera vedete de la mañana, con muchos votantes conformes y contentos con su implementación. En las crónicas publicadas ahora en LAGACETA.com se encuentran testimonios que dan cuenta de ello. Entre otras cuestiones, se destaca la rapidezy sencillez para sufragar. También será bueno a la hora de contar los sufragios y se evita las mesas con votos, la impresión de votos y la práctica de esconder los votos de algunos partidos. La gran desventaja es que hay zonas en la que no se llegó a educar a los ciudadanos sobre su uso. En escuelas de algunas localidades del interior, las autoridades de mesa tuvieron que enseñarle a muchos votantes cómo sufragar. No habían tenido contacto con la BUP a través de ningún tipo de capacitador o simulacro o tutorial. En Tucumán es la primera vez que se utiliza un sistema de estas catracterísticas y desorientó a algunos no encontrar los votos convencionales ni el sobre y tener que usar na lapicera. De todos modos, pulgar para arriba para la BUP.

Acarreo y "movilizadores"

Otra postal que marcó la primera parte de la jornada de votación es la de los autos y motos acarreando votantes en toda la provincia. La presencia de los movilizadores volvió a transformarse en un punto clave. Esto da cuenta de la importancia que se le dio a estos comicios de medio término, que se están jugando como si fueran las provinciales. No se escatimaron recursos para el pago de vehículos y dirigentes.

En la capital, Alderetes y Banda del Río Salí pagan entre $10.000 y $ 15.000 por viaje a cada auto con chofer. En otras zonas, como en Villa Carmela, el pago es por auto y ronda los $ 50.000. La tarea paga de la maquinaria electoral también abarca a los "movilizadores". Tienen que llevar a votar un promedio de 20 personas cada movilizador y por esa tarea se les paga un promedio de $ 40.000.

Fue notoria la cantidad de vehículos con carteles con iniciales, dibujos o signos que se observó en la mayoría de las ciudades y localidades del interior.

En San Miguel de Tucumán algunos votantes contaron que les pagaron entre $ 20.000 y $ 30.000 por ir a votar. En el interior, relataron que el ofrecimiento era de entre $ 10.000 y $ 15.000. Habrá que ver la eficacia de este sistema de "incentivo" para los votantes, teniendo en cuenta que con la BUP se cortaron sistema de "control" que algunos dirigentes aplicaban para corroborar que se había votado efectivamente por el que después de esa confirmación efectuaba el pago. Mañas que no tienen fin.

Pasado el mediodía, la Secretaría Electoral informó que ya había votado el 37,4% del padrón. Ese será otro dato clave para el análisis, en una provincia en la que siempre se destacó por el elevado porcentaje de votantes, en un momento en el que se observa bajo porcentaje de votantes en los distritos en los que se votó este año.