El Cilindro de Avellaneda volvió a brillar como en sus noches más grandes. Más de 57.000 hinchas de Racing coparon el estadio Juan Domingo Perón y ofrecieron un recibimiento imponente al equipo de Gustavo Costas antes del duelo de vuelta frente a Flamengo, por la semifinal de la Copa Libertadores 2025.

El ingreso del plantel académico al campo de juego fue una auténtica explosión de pasión: bengalas, fuegos artificiales, un juego de luces espectacular y una nube celeste y blanca que cubrió toda la cancha en una escena inolvidable. El propio Costas había pedido que “el Cilindro estalle”, y su gente respondió con creces.

La emoción contenida se hizo sentir desde cada tribuna. El humo, los cánticos y la pirotecnia marcaron el inicio de una noche histórica para un club que no alcanza esta instancia continental desde hace 28 años y que sueña con repetir la hazaña de 1967, cuando levantó su única Libertadores y se consagró campeón del mundo ante el Celtic.

ORGULLO Y EMOCIÓN. Gustavo Costas observó el imponente marco en el Cilindro antes del inicio del partido, conmovido por el fervor de los hinchas que respondieron a su pedido de “hacer estallar Avellaneda”. REUTERS/Rodrigo Valle

Aunque la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (A.Pre.Vi.De) había advertido sobre sanciones por el uso de bengalas, el fervor popular desbordó cualquier control. Racing volvió a demostrar por qué su hinchada es una de las más apasionadas del país: la ceremonia fue visible incluso desde los alrededores de Avellaneda, donde miles de simpatizantes siguieron el espectáculo a la distancia.

El equipo dirigido por Costas, un hombre del riñón "académico" que conoce como pocos la historia del club, salió al campo empujado por una energía única. En esta Copa Libertadores, Racing ya dejó en el camino a Peñarol y Vélez, y busca revertir la serie tras la derrota 1-0 sufrida en el Maracaná.

Con el partido en marcha, el Cilindro sigue rugiendo. Racing va por la hazaña, acompañado por un pueblo que volvió a encender su fuego sagrado.