Estados Unidos anunció este miércoles que pedirá a las aerolíneas cancelar vuelos a partir del viernes debido al impacto del cierre gubernamental, que ya lleva 36 días consecutivos y es el más largo en la historia del país.

La medida busca reducir la presión sobre el sistema de control aéreo, que sufre un alto nivel de ausentismo entre sus trabajadores. El secretario de Transporte, Sean Duffy, informó que “habrá una reducción del 10% de la capacidad en 40 aeropuertos”, incluyendo los más transitados del país, como los de Nueva York, Atlanta, Chicago y Los Ángeles.

“Nos faltan 2.000 controladores aéreos”, reconoció el gobierno

Duffy explicó que el sector enfrenta un déficit crítico de personal. “Nos hacen falta 2.000 controladores aéreos, por eso necesitamos reducir la presión con menos vuelos a supervisar”, declaró en conferencia de prensa.

Desde el 1 de octubre, miles de empleados federales se encuentran en desempleo técnico, mientras que otros continúan trabajando sin cobrar sus salarios. Entre ellos, más de 60.000 controladores y agentes de seguridad del transporte, quienes han comenzado a faltar a sus puestos por fatiga o dificultades económicas.

La FAA coordina con aerolíneas para evitar “un colapso del sistema”

El jefe de la Administración Federal de Aviación (FAA), Bryan Bedford, afirmó que se pedirá a las compañías aéreas que “trabajen con nosotros para reducir sus planes de vuelo”.

“Podemos tomar medidas hoy para evitar que la situación empeore. Si la presión continúa aumentando, no dudaremos en aplicar restricciones adicionales”, señaló Bedford, un veterano con 35 años de experiencia en el sector.

El funcionario insistió en que “el sistema sigue siendo extremadamente seguro”, aunque reconoció que la situación actual es “muy inusual” y potencialmente riesgosa.

Amenaza de “caos masivo” antes de Acción de Gracias

El secretario Duffy advirtió que, si la situación no mejora, el gobierno podría “dejar en tierra todos los vuelos comerciales antes de Acción de Gracias”, una de las fechas con mayor tráfico aéreo en Estados Unidos.

“Verán cancelaciones masivas y, si no logramos estabilizar el personal, podríamos cerrar ciertas partes del espacio aéreo”, dijo. “Simplemente no podemos gestionarlo con la cantidad actual de controladores”.

Accidente aéreo en Kentucky agrava la tensión

En medio de la crisis, un avión de carga se estrelló el martes poco después de despegar del Aeropuerto Internacional de Louisville (Kentucky), dejando al menos 11 muertos y varios heridos.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y la FAA investigan las causas del siniestro. Según Todd Inman, portavoz de la NTSB, no había constancia de escasez de personal en el aeropuerto al momento del accidente, aunque la investigación incluirá una revisión del control de tráfico aéreo.

Un cierre sin precedentes bajo el gobierno de Donald Trump

El cierre gubernamental, que mantiene paralizadas a múltiples agencias federales, se debe a la falta de acuerdos entre republicanos y demócratas en el Congreso. El presidente Donald Trump enfrenta crecientes críticas por la crisis, que afecta no solo al transporte aéreo sino también a la seguridad, la salud y los servicios públicos.

Analistas advierten que, si no se alcanza un consenso presupuestario en los próximos días, la situación podría golpear la economía nacional y complicar la movilidad durante las festividades.