River Plate afrontará este domingo un partido que puede marcar un antes y un después en su temporada. El equipo de Marcelo Gallardo visitará a Vélez por la última fecha del Grupo B del Torneo Clausura de la Liga Profesional con la obligación de ganar y esperar. No hay margen de error: los 52 puntos acumulados en la tabla Anual lo dejan en una posición comprometida de cara a las copas internacionales y también corre peligro de no avanzar a los playoffs. El “Millo” está obligado a sumar de a tres y mirar de reojo lo que ocurra entre Argentinos (54) y Estudiantes.
La ecuación no es sencilla. para llegar a la próxima Libertadores, River necesita que el “Bicho” no sume y, además, que alguno de los equipos ubicados por encima suyo -Rosario Central o Boca- conquiste el Clausura para liberar un cupo directo a la fase de grupos del certamen continental.
Para este partido, Gallardo dejó afuera de la convocatoria a dos referentes: Miguel Borja y Paulo Díaz. Ni el colombiano ni el chileno presentan lesiones, y su ausencia, tan sorpresiva como contundente, generó revuelo interno y externo. Además, por lesión, no estarán Maximiliano Meza, Facundo Colidio y Gonzalo Montiel. Y las bajas por suspensión incluyen a Lucas Martínez Quarta y Marcos Acuña. A esto se suman las convocatorias internacionales de Kevin Castaño (Colombia) y Matías Galarza (Paraguay). River llega golpeado. Su caída por 2-0 ante Boca dejó una imagen preocupante: sin remates al arco, superado en todas las líneas y envuelto en una crisis futbolística que lo puso contra las cuerdas en la carrera por la Libertadores. Ahora, en el José Amalfitani, desde las 17 y con arbitraje de Leandro Rey Hilfer, el “Millonario” deberá reinventarse para seguir con vida. El partido, televisado por TNT Sports, es mucho más que un cierre de fase: es una final adelantada para un equipo que se juega su destino inmediato.