La final del torneo Anual volvió a abrir un viejo capítulo en el fútbol tucumano: la desconfianza en los arbitrajes. Tras el gol anulado a Hernán Lastra, que Concepción FC consideró legítimo, dirigentes y jugadores del “Cuervo” cuestionaron públicamente a la Liga Tucumana. El clima, ya cargado desde las semifinales, estalló en redes y alimentó sospechas que venían arrastrándose en las últimas semanas.
Ante esa ola de críticas, Darío Zamoratte, vicepresidente de la Liga Tucumana de Fútbol, salió a responder. En diálogo con LG Play afirmó que se hace responsable por sus palabras. “Lo sigo sosteniendo y me hago cargo de lo que digo: para mí estuvo bien anulado el gol”. Según el dirigente, no existió equivocación técnica y la terna actuó conforme al reglamento.
Zamoratte también apuntó contra el ambiente previo que rodeó la final. “Hay una psicosis previa, llegan al partido convencidos de que está todo arreglado”, se lamentó. Para él, ese estado de tensión condiciona la percepción de los fallos y deriva en acusaciones automáticas cada vez que un árbitro interviene.
En medio de las denuncias que circularon, el dirigente negó cualquier tipo de manipulación interna. “En la Liga no está nada direccionado, acá que gane el mejor. El error es parte del juego”. Su defensa apuntó a reforzar la idea de que la Liga trabaja con una tabla de méritos y evaluaciones arbitrales permanentes para asignar partidos decisivos.
Hacia dónde debe ir la discusión
Zamoratte insistió en que la prioridad es bajar el clima de sospecha constante. “Hay dirigentes que alimentan ese clima, y así es imposible”, aseguró.