La tarde en que Tucumán Central goleó 6 a 0 a Famaillá derivó en un hecho que la Liga Tucumana de Fútbol decidió atender de inmediato. Después de un primer tiempo dominado por el local, con goles de Diego Velárdez (dos) y Miguel Borquez, Famaillá salió al complemento sólo para cumplir con la formalidad: permaneció en cancha pero sin disputar la pelota. Esa actitud derivó en una escena insólita que precedió la suspensión del encuentro a los 57 minutos, tras lo que el árbitro Maximiliano Leal denunció como una agresión a la asistente Flavia Vallejos.

A las pocas horas, la Liga difundió un comunicado en el que expresó su “firme repudio a la conducta asumida por el Club S. y D. Atlético Famaillá al abandonar el partido disputado frente al Club Tucumán Central”, al considerar que se trató de un acto que “vulnera de manera grave las normas y el espíritu del fútbol federado”. 

La entidad agregó que “resulta aún más inadmisible que esta actitud provenga de una institución que participa del Torneo Regional Amateur gracias al pedido de licencia deportiva que ellos mismos solicitaron”, recordando que dicha licencia “fue aprobada sin objeciones en resguardo del crecimiento de sus clubes”.

El comunicado avanzó con un tono más severo al afirmar que, pese a haber recibido el respaldo institucional, “cuando los resultados no los acompañan, desconocen las reglas que aceptaron y pretenden transformarse en víctimas de un sistema que eligieron voluntariamente”. 

La Liga sostuvo que “el fútbol federado no admite atajos ni presiones” y remarcó que “los reclamos se hacen por los canales institucionales, no abandonando la competencia ni generando conflictos que afectan la imagen de toda la Liga”. Todo ello en medio de un duelo en el que Tucumán Central volvió a marcar tres veces (Velárdez, César Abregú y Francisco Gramajo), goles que sólo sumarán para la estadística.

Disciplina, reglamento y un pedido de rigor

En otro tramo del escrito, la institución solicitó “a los organismos correspondientes que actúen con la máxima rigurosidad, porque nadie está por encima del reglamento y la disciplina es innegociable”. A la vez, reafirmó que quienes integran la Liga Tucumana de Fútbol mantienen un compromiso con “el juego limpio, el respeto institucional y la defensa del fútbol provincial”, dejando en claro que “lo sucedido con el Club S. y D. Famaillá no refleja nuestros valores y no será pasado por alto”.

Mientras Tucumán Central ya piensa en su cruce de octavos frente a Sportivo Guzmán, el episodio abre un capítulo disciplinario que tendrá consecuencias a nivel provincial y federal. 

El comunicado completo

"Los miembros del Comité Ejecutivo de la Liga Tucumana de Fútbol, expresamos nuestro firme repudio a la conducta asumida por el Club S. y D. Atlético Famaillá al abandonar el partido disputado frente al Club Tucumán Central, un hecho que vulnera de manera grave las normas y el espíritu del fútbol federado.
Resulta aún más inadmisible que esta actitud provenga de una institución que participa del Torneo Regional Amateur gracias al pedido de licencia deportiva que ellos mismos solicitaron, licencia que esta Liga aprobó sin objeciones en resguardo del crecimiento de sus clubes.
Pese a ello, cuando los resultados no los acompañan, desconocen las reglas que aceptaron y pretenden transformarse en víctimas de un sistema que eligieron voluntariamente.
El fútbol federado no admite atajos ni presiones.
Los reclamos se hacen por los canales institucionales, no abandonando la competencia ni generando conflictos que afectan la imagen de toda la Liga.
Por lo expuesto, solicitamos a los organismos correspondientes que actúen con la máxima rigurosidad, porque nadie está por encima del reglamento y la disciplina es innegociable.
Quienes somos parte de la Liga Tucumana de Fútbol reafirmamos nuestro compromiso con el juego limpio, el respeto institucional y la defensa del fútbol provincial.
Lo sucedido con el Club S. y D. Famaillá no refleja nuestros valores y no será pasado por alto".