Después de varios días de tensión, Juan Sebastián Verón decidió hablar públicamente sobre el conflicto que enfrenta a Estudiantes de La Plata con la conducción de la AFA. El presidente del club rompió el silencio tras cuestionar el campeonato retroactivo otorgado a Rosario Central, gesto que derivó en un clima de fricción que escaló rápidamente tanto en el fútbol como en la política.

En una entrevista con Ernesto Tenembaum en radio Con Vos, Verón aclaró que sus críticas no buscan instalarlo en la estructura del fútbol argentino. Aseguró que no pretende ser presidente de la AFA y que tampoco cuenta con respaldo externo para aspirar a ese cargo. “No tengo palanca política”, explicó, al remarcar que su postura surge únicamente de una convicción institucional.

Durante la charla, el dirigente admitió su preocupación por posibles consecuencias deportivas derivadas de este conflicto. "Estas cosas generalmente no terminan bien, puede terminar con un descenso, con malos arbitrajes, que es algo que hoy está pasando y lo estamos acostumbrados”. Este temor, dijo, se basa en antecedentes similares dentro del fútbol argentino.

Advertencias, arbitrajes y el impacto en la competencia

Verón también detalló el nivel de desconfianza que existe respecto a las designaciones arbitrales. Explicó que cada vez que Estudiantes va a jugar, una de las primeras preguntas internas es quién dirigirá en la cancha y quién estará a cargo del VAR. “Lo primero que preguntamos siempre es qué árbitro nos toca y quién va a estar en el VAR porque en definitiva ahí se resuelve todo”, afirmó.

El presidente de Estudiantes justificó su postura sosteniendo que el club actuó en defensa de lo que considera un criterio justo y transparente. Su aparición pública, cargada de advertencias y preocupación, reavivó el debate sobre la relación entre la AFA, los arbitrajes y las decisiones institucionales que condicionan el futuro deportivo de los clubes del país.