San Lorenzo atraviesa uno de los momentos institucionales más delicados de su historia. Tras una jornada extensa, marcada por discusiones internas, denuncias judiciales y protestas de hinchas en las inmediaciones del estadio Pedro Bidegain, 14 miembros de la Comisión Directiva presentaron su renuncia y el club quedó oficialmente en estado de acefalía, de acuerdo a lo que establece su Estatuto Social.

La situación se confirmó luego de una reunión que comenzó por la mañana y se extendió hasta la noche, con un cuarto intermedio incluido. En ese encuentro se ratificaron las dimisiones de Julio Lopardo, Andrés Terzano, Martín Cigna, Leandro Goroyesky, Carina Farías, Mateo Sagardoy, Uriel Barros, María Soledad Boufflet, Pablo García Lago, Javier Allievi, Marcelo Culotta, Belén Lugones, Leonardo Virardi y Agustina Nordenstrom. A ellos se sumó el vocal suplente Mariano Marino.

Con esas renuncias, San Lorenzo quedó sin autoridades suficientes para sostener la conducción del club. Según informó la institución en un comunicado oficial, la responsabilidad inmediata pasa ahora a la Asamblea de Representantes, que deberá reunirse de manera urgente para definir el rumbo a seguir. Las opciones que se abren son dos: la conformación de una Comisión Transitoria que gobierne de manera provisoria o la convocatoria a elecciones.

En este contexto, Marcelo Moretti, presidente del club, decidió no presentar su renuncia. Tampoco lo hicieron Néstor Ortigoza, Cristian Evangelista, Sergio Constantino y Emiliano Rodríguez. De todos modos, la salida de la mayoría de la dirigencia dejó sin efecto la continuidad normal de la Comisión Directiva. Moretti adelantó que impugnará el acta que declaró la acefalía, al considerar que el procedimiento tiene irregularidades, y sostuvo que no comandó el cierre de la reunión.

El todavía presidente habló públicamente tras conocerse la noticia y pidió disculpas a los socios e hinchas por la situación que atraviesa la institución. Además, volvió a referirse a la causa judicial que lo involucra y a la difusión de una cámara oculta en la que se lo ve guardando un fajo de dólares, hecho que, según él, dañó su imagen pública y forma parte de un expediente que está en manos de la Justicia.

La crisis institucional se desarrolló en paralelo a un escenario judicial complejo. Varios dirigentes fueron citados por la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 35 de la Ciudad de Buenos Aires para ser notificados en una investigación por presuntas irregularidades administrativas, entre ellas la falta de convocatoria a reuniones formales y cuestionamientos sobre la transparencia contable.

Mientras tanto, afuera del estadio, un grupo numeroso de hinchas se manifestó durante toda la jornada, exigiendo cambios profundos en la conducción del club y reclamando una salida ordenada a la crisis.

Ahora, todas las miradas están puestas en la Asamblea de Representantes, que deberá tomar decisiones clave en las próximas 48 horas. En un club atravesado por tensiones políticas, judiciales y deportivas, la acefalía no marca el final del conflicto, sino el inicio de una nueva etapa de incertidumbre en San Lorenzo.