Alpine sigue generando conversación en la Fórmula 1, inclusó con el 2025 casi finalizado. Esta vez por una reconfiguración dirigencial que, de concretarse, podría cambiar el rumbo de la escudería en plena antesala del nuevo reglamento. Desde Europa crecen las versiones sobre el desembarco de Christian Horner como accionista y hombre fuerte del equipo, un movimiento que abre un interrogante inmediato: ¿qué pasará con Flavio Briatore?

Según informó el medio especializado Auto Motor und Sport, Horner encabeza un grupo inversor que negocia la compra del 24% de las acciones de Alpine F1 Team, actualmente en manos de Otro Capital y otros socios. La operación rondaría los 763 millones de euros y no se limitaría a una participación económica ya que el británico buscaría un rol de máxima jerarquía dentro de la estructura deportiva.

El posible regreso de Horner a la Fórmula 1 no sería menor. Desde 2005 hasta su salida a mediados de 2024, lideró Red Bull Racing en una de las etapas más exitosas de la categoría, con múltiples títulos de Constructores y de Pilotos. Su figura vuelve a aparecer ahora asociada a un equipo que viene de una temporada muy floja y que necesita, con urgencia, un golpe de timón.

En ese escenario aparece Briatore. El empresario italiano volvió a Alpine como asesor deportivo tras ser convocado por Renault y, luego de la salida abrupta de Oliver Oakes en 2025, asumió un rol todavía más influyente. Sin embargo, el propio Auto Motor und Sport puso en duda su continuidad si Horner finalmente desembarca en Enstone. Ambos son líderes de perfil fuerte, con peso propio en el paddock, y resulta difícil imaginar una convivencia prolongada con poder repartido.

PODER. Christian Horner lidera un grupo inversor que busca ingresar con peso propio en la escudería, en una movida que podría alterar el esquema de conducción actual.

El contexto interno de Alpine explica por qué estas versiones toman fuerza. En 2025, el equipo terminó último en el Campeonato de Constructores, con apenas 22 puntos, números que reactivaron incluso rumores de venta y expusieron la falta de un rumbo claro. La llegada de capital estadounidense en 2023 no logró revertir la situación deportiva ni ordenar la conducción.

A partir de 2026, Alpine afrontará además un cambio estructural clave en el que dejará de fabricar sus propios motores y competirá como cliente de Mercedes, en un año marcado por un nuevo reglamento técnico. Así, la posible llegada de Horner aparece como una apuesta estratégica para reconstruir el proyecto desde la cima.

Para Franco Colapinto, que será piloto titular junto a Pierre Gasly, el movimiento también resulta determinante. Tener al frente a uno de los jefes de equipo más exitosos de la era moderna podría influir de manera directa en el desarrollo deportivo y en las decisiones a mediano plazo.

Por ahora, no hay confirmaciones oficiales. Pero si Horner asume un rol central como accionista y director, el lugar de Briatore quedará inevitablemente en revisión. Alpine se encamina a meses decisivos, con la sensación de que se trata de una posible nueva etapa en la historia del equipo.