El desafío de ingerir las 12 uvas al ritmo de las campanadas valdrá la pena cuando una oportunidad laboral importante llegue o disfrutemos de compartir con una nueva pareja durante el nuevo año 2026 que inicia. Claro, habrá quienes pasen esta prueba sin problemas. Para todos los creyentes de esta firme costumbre, el ritual de las 12 uvas funciona como un acto de intención y esperanza por el nuevo ciclo que empieza. Aunque su origen se remonta más a una estrategia de “marketing” cuando las investigaciones de mercadotecnia apenas empezaban a surgir.
Año Nuevo: ¿cómo atienden los comercios en Tucumán este 31 de diciembre?El ritual de comer 12 uvas es una de las tradiciones más populares y extendidas para recibir el Año Nuevo. Aunque la costumbre surge en España, rápidamente se instaló en los distintos países de habla hispana, especialmente en América Latina, donde fue adoptada y resignificada. Y aunque algunos no realicen este acto al escuchar las campanadas de la medianoche, esta tradición vive en el imaginario colectivo como propia de la llegada de un nuevo ciclo.
¿En qué consiste el ritual de las 12 uvas?
El rito sostiene una fuerte carga simbólica con un procedimiento que lo hace aún más emocionante: cada uva representa un mes del nuevo año que comienza y cada una de ellas lleva consigo un deseo y una expectativa para el futuro cercano al ritmo de cada campanada que marca la medianoche. La clave del ritual es visualizar aquel deseo. Lo indicado es la preparación, separando las uvas y mentalizando lo que queremos precisamente para nuestro nuevo año: salud, trabajo, amor, bienestar o estabilidad emocional.
Pero los orígenes cargan poco de la fantasía y el entusiasmo de que lo que deseamos se haga realidad en orden cronológico gracias al consumo de una fruta. De hecho, aunque existen muchas versiones del origen de esta costumbre, una de las más extendidas es la que se remonta a principios del siglo XX, con las uvas no consumidas de la temporada.
Una estrategia de marketing podría estar en los inicios
Como indicaron desde el medio Directo al Paladar, lo cierto es que para esta época, en España —donde surge la tradición— no había uvas en el mercado. Ahora, con el mecanismo de la importación, se encuentran frutas perfectas en los mercados, pero hace un siglo, a estas alturas del año, apenas había existencias. La temporada de uvas en España va de mediados de septiembre a mediados de noviembre. Solo aguantaban bien hasta diciembre, y no siempre, las uvas cultivadas en Murcia y Alicante, dado su clima más benévolo.
La historia más extendida cuenta que fue en 1909 cuando los agricultores alicantinos y murcianos, deseosos de colocar un excedente en la producción debido a una buena cosecha, promovieron el consumo de uvas en Nochevieja, llegando a repartir racimos en la Puerta del Sol en Madrid (donde ya el populacho celebraba la llegada del Año Nuevo). Para dar salida al excedente en el mercado, las bautizaron como "uvas de la suerte" y las comercializaron en paquetes de 12 unidades, que simbolizan los 12 meses del año.
Otras versiones de los orígenes de este ritual
Sin embargo, hay menciones sobre el consumo de uvas en Nochevieja en la prensa del siglo XIX. En su edición del 2 de enero de 1894, El Siglo Futuro incluyó un artículo titulado "Las uvas bienhechoras", recogido de El Imparcial el día anterior. El medio ya informaba sobre esta costumbre e indicaba que había sido importada de Francia: "Hoy se generalizó esta práctica salvadora y en cuanto las manecillas del reloj señalan las 12, comienza el consumo de uvas... Comidas con fe la última noche del año viejo, proporcionan la felicidad durante el año nuevo".
Existe otra teoría que expone que la tradición de tomar uvas en España el 31 de diciembre nació en 1882. En aquella época, las personas de la burguesía y la aristocracia se reunían el último día del año en cenas en las que comían uvas y bebían champán. Un grupo de madrileños decidió ironizar sobre esta costumbre y responder a las limitaciones que habían impuesto a las celebraciones navideñas en la calle. Por este motivo, acudieron a la Puerta del Sol a tomar uvas al son de las campanadas, según explicó el diario español El Mundo.