Pueden parecer meros trámites jurídicos, pero de ellos depende la continuidad del debate oral y público por el homicidio del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz.
Desde las 9 de hoy, el auditorio del Palacio de Tribunales se convertirá en la arena que será escenario de la pugna dialéctica entre los representantes legales de las partes. Según una consulta que realizó LA GACETA entre los letrados, se presentarán varios planteos de nulidad; al menos un defensor pedirá que se aparte de la causa a la fiscala de Cámara, Juana Prieto de Sólimo para que se sume al debate el fiscal Guillermo Herrera (quien investigó el caso); y se mencionará una nueva hipótesis del crimen que, seguramente, generará polémica.
Se espera que la audiencia sea larga, pues los vocales de la sala I de la Cámara Penal, Pedro Roldán Vázquez, Carlos Norry y Emilio Páez de la Torre, deberán tratar todas las presentaciones antes de darles lugar a los acusados para que presten declaración.
Los ex policías Ema Hortencia Gómez y Alejandro Darío Pérez, acusados del homicidio del juez, seguirán desde el banquillo la segunda jornada de juicio. Rodolfo Domínguez, Andrés Faversani y Rubén Albornoz, los ex empleados de la comisaría de Banda del Río Salí imputados de encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes del funcionario público, estarán junto a ellos.
El 26 de noviembre de 2004, cerca de las 17, Aráoz fue acribillado en su casa de avenida Aconquija 2.950. Algunos vecinos declararon durante la instrucción de la causa que escucharon los disparos a esa hora, pero nadie en el vecindario aseguró -hasta ahora- haber visto al o los autores del crimen.
De todas formas, el fiscal Herrera sospechó desde el principio de Gómez.
La ex agente mantenía una relación sentimental con el juez, ya separado de su esposa y padre de nueve hijos.
Según el fiscal, ella tenía paralelamente otro romance con Pérez; una discusión entre Gómez y Aráoz habría sido el motivo del homicidio, y Herrera tiene la certeza de que Pérez también estuvo en el lugar de hecho.
Además, sospecha que la acusada buscó a Domínguez, Faversani y Albornoz para que la ayudaran a encubrir el brutal hecho.
El juicio se suspendió el lunes, luego de que se leyó la hipótesis del investigador. Luego, mientras se enunciaba la demanda civil, el juez Roldán Vázquez (presidente del tribunal) advirtió que no estaba presente en la sala el representante legal de la Provincia, Rodolfo Baza. El letrado no había sido notificado sobre la fecha para presentación de pruebas ni sobre el día en que comenzaba el debate. Por eso, solicitó que se le concedan tres días para hacerlo. Y obtuvo el visto bueno del tribunal.
Este plazo será aprovechado por otros defensores que deben encarar la parte penal.
Por ejemplo, el abogado Gustavo Morales (representante de Pérez y Faversani) ofrecerá nuevos testigos que darán otra versión sobre el terrible homicidio. "Se va a insistir en que quien le dio muerte al magistrado fue Ema Hortencia Gómez. Pero ella no estaba sola; había otras personas allí, y se darán nombres y apellidos", señaló el letrado.
Uno de los representantes de la querella, Benjamín Frías Alurralde, insistió en señalar que el crimen fue perpetrado por una mafia policial. "Incluso, nosotros consideramos que Domínguez, Faversani y Albornoz no fueron meros encubridores, sino partícipes secundarios del hecho", dijo.
El debate, está a la vista, promete ser muy tenso.