BRUSELAS/BERLIN/WASHINGTON/PARIS.- Europa someterá a examen su red de seguridad en las instalaciones nucleares para evitar una posible catástrofe, movilizados por la alarma en la central nuclear japonesa de Fukushima.
Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE), se reunirán mañana en Bruselas para analizar los protocolos de seguridad de sus países.
Por lo pronto, la canciller alemana, Angela Merkel, anunció que su país retrasará su programa para alargar la vida operativa de varias centrales y reactores, con lo que lanzó un claro mensaje político a Europa, un continente con 142 centrales nucleares.
Según datos de la UE, los países comunitarios con más centrales nucleares en funcionamiento son Francia (19 centrales), Alemania (12 centrales), Reino Unido (9), Suecia (7) y España (6).
En cambio, la vicepresidenta segunda del gobierno y ministra española de Economía, Elena Salgado, pidió a sus socios de la UE que no se dejen llevar por el "calor" del momento en la crisis nuclear japonesa, y que no se extrapolen las situaciones.
En Francia, donde el 80% de la electricidad proviene de la energía nuclear, se despertó un intenso debate sobre la seguridad de sus propios reactores. El país tiene más plantas que Japón, con una vida promedio estimada en 25 años. Según el diario "Liberation", al menos seis están ubicadas en áreas de riesgo sísmico moderado.
Sin embargo, Nicolas Sarkozy se aferra a sus planes nucleares y sigue intentando exportar esta energía.
Los ecologistas galos animan ahora a impulsar el debate que nunca se desarrolló en profundidad y exigen un referendo. Unas 300 personas se manifestaron ayer frente a la Torre Eiffel, en lo que muchos aseguran que será el inicio de una ola de protestas.
En Italia, donde no hay plantas nucleares desde hace 20 años, los sucesos en el país asiático animaron a la oposición a reforzar su lucha contra los planes del gobierno de reintroducir ese tipo de reactores en un país propenso a los movimientos sísmicos.
Inglaterra, metida de lleno en un ambicioso programa para reemplazar los viejos reactores nucleares, tampoco parece dispuesta a cambiar su política, aunque el ministro de Energía, Chris Huhne, amitió que la crisis en Japón deja "lecciones por aprender".
El gigante energético Rusia, primer abastecedor europeo, tampoco tiene ninguna intención de dar marcha atrás a los proyectos del primer ministro, Vladimir Putin, de edificar 26 plantas para el 2030.
De este lado del océano, también se agitan las olas del debate, y ponen en suspenso las intenciones del sísmico Chile de incluir este tipo de energía.
La oposición a un programa nuclear, sumado a las críticas a las termoeléctricas y a una polémica central hidroeléctrica, podrían servir de espaldarazo a otras tecnologías en el país que hace un año fue sacudido por un terremoto de 8,8 de magnitud que costó más de 500 vidas.
Estados Unidos, en cambio, reafirmó su confianza en la seguridad de las plantas de energía nuclear y rechazó los llamados de algunos legisladores de imponer una moratoria a la construcción de nuevas instalaciones atómicas. (DPA-Reuter)