"La tarde en que mataron al juez (Héctor Agustín) Aráoz, Ema Gómez llamó a mi casa y preguntó por mi hermano (Darío Pérez). La noté nerviosa. Me dijo que había recibido un mensaje anónimo, que decía que habían matado a su novio". Las palabras de Juana Alicia Pérez, hermana de Pérez, retumbaron con fuerza en el auditorio.
Gustavo Morales, defensor de Pérez y Andrés Fabersani, sonrió burlonamente. Pero la testigo no pudo apuntalar sus dichos. "¿Por qué no dijo eso durante la instrucción? Es un dato muy importante, que quizás hubiera favorecido a su hermano", indagó la fiscala Juana Prieto de Sólimo. Pero la mujer no contestó. Además, según el expediente su número no figura en el listado de números a los que llamó Gómez.