31 Marzo 2011
Todos juran ante el tribunal que van a decir la verdad de todo y cuanto supieren y les fuese preguntado. Pero su declaración no siempre deja convencidos a los letrados. Las dudas son una constante en el juicio por el homicidio del juez Héctor Agustín Aráoz, quien fue asesinado de 10 balazos la tarde del 26 de noviembre de 2004, en su casa de Yerba Buena.
Hasta ayer, unas 50 personas testificaron en el marco del polémico debate oral y público. Al menos 10 de ellas fueron señaladas por los abogados de la querella, de la defensa, o por la fiscala de Cámara, Juana Prieto de Sólimo. En las audiencias, los jueces ya aclararon que resolverán estos planteos una vez que dicten sentencia.
Ayer fue el turno del cabo Adrián Villagra. Fue él quien le proporcionó a un investigador el número del acusado Darío Pérez (imputado del homicidio junto a Ema Gómez). Pero la fiscala cree que tanto Villagra como otros policías (entre ellos, el oficial Gustavo Beltrán) no están diciendo la verdad, y que ayudaron de alguna forma al acusado.
Hasta ayer, unas 50 personas testificaron en el marco del polémico debate oral y público. Al menos 10 de ellas fueron señaladas por los abogados de la querella, de la defensa, o por la fiscala de Cámara, Juana Prieto de Sólimo. En las audiencias, los jueces ya aclararon que resolverán estos planteos una vez que dicten sentencia.
Ayer fue el turno del cabo Adrián Villagra. Fue él quien le proporcionó a un investigador el número del acusado Darío Pérez (imputado del homicidio junto a Ema Gómez). Pero la fiscala cree que tanto Villagra como otros policías (entre ellos, el oficial Gustavo Beltrán) no están diciendo la verdad, y que ayudaron de alguna forma al acusado.