El carcinoma papilar es el cáncer más común de la glándula tiroides y, frecuentemente, se presentan más casos entre las mujeres. Según los profesionales consultados por LA GACETA, la tasa de curabilidad de la enfermedad que padece la presidenta Cristina Fernández es superior al 90%.
Según el experto en cirugía oncológica, Jesús Amenábar, de los cuatro tipos de cáncer de tiroides el de mejor pronóstico es el papilar; los otros tres (folicular, medular e indiferenciado) tienen mayor gravedad. "Generalmente los pacientes suelen curarse rápidamente con el debido tratamiento", dijo.
Según su colega, Ricardo Zelaya, el carcinoma papilar es un tumor que se cura con la cirugía de la glándula tiroide. "El profesional debe explorar el lóbulo derecho de la glándula (donde se ubica el nódulo) y explorar la existencia o no de ganglios patológicos o sospechosos", explicó. Acotó que luego de la operación, el paciente debe efectuar un tratamiento con yodo radiactivo, que frecuentemente se toma por vía oral. Con ese medicamento se destruyen tejidos tiroideos remanentes y, a la vez, permite captar imágenes más claras, de manera que los médicos puedan ver si hay algún cáncer adicional.
Para la jefa del Servicio de Endocrinología del hospital Centro de Salud, María Isabel Klyver, la patología que padece la presidenta se cura con la extirpación total de la glándula tiroides. "Luego de la operación, la paciente queda con hipotiroidismo y debe recibir tratamiento hormonal de por vida. Generalmente estos tumores son asintomáticos, y se los suele descubrir en estudios casuales", explicó la profesional. "El carcinoma puede aparecer por múltiples causas", aseveró.
Según el experto en cirugía oncológica, Jesús Amenábar, de los cuatro tipos de cáncer de tiroides el de mejor pronóstico es el papilar; los otros tres (folicular, medular e indiferenciado) tienen mayor gravedad. "Generalmente los pacientes suelen curarse rápidamente con el debido tratamiento", dijo.
Según su colega, Ricardo Zelaya, el carcinoma papilar es un tumor que se cura con la cirugía de la glándula tiroide. "El profesional debe explorar el lóbulo derecho de la glándula (donde se ubica el nódulo) y explorar la existencia o no de ganglios patológicos o sospechosos", explicó. Acotó que luego de la operación, el paciente debe efectuar un tratamiento con yodo radiactivo, que frecuentemente se toma por vía oral. Con ese medicamento se destruyen tejidos tiroideos remanentes y, a la vez, permite captar imágenes más claras, de manera que los médicos puedan ver si hay algún cáncer adicional.
Para la jefa del Servicio de Endocrinología del hospital Centro de Salud, María Isabel Klyver, la patología que padece la presidenta se cura con la extirpación total de la glándula tiroides. "Luego de la operación, la paciente queda con hipotiroidismo y debe recibir tratamiento hormonal de por vida. Generalmente estos tumores son asintomáticos, y se los suele descubrir en estudios casuales", explicó la profesional. "El carcinoma puede aparecer por múltiples causas", aseveró.