BUENOS AIRES.- Ante un auditorio amplio y multisectorial, la presidenta, Cristina Fernández, anunció ayer que el Gobierno denunciará en las Naciones Unidas la "militarización del Atlántico Sur" por parte de Gran Bretaña.

La decisión fue el plato principal del acto realizado en la Casa Rosada, donde también concretó, por decreto, su anuncio previo de levantar el secreto sobre el Informe Rattenbach, que evaluó la actuación de las fuerzas armadas en la Guerra de Malvinas. "Instruí a nuestro canciller Héctor Timerman para que presente formalmente ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y ante la Asamblea General de las Naciones Unidas esta militarización del Atlántico Sur, que implica un grave riesgo para la seguridad internacional", enfatizó la jefa de Estado.

En medio de una gran expectativa por la convocatoria a más de 1.000 invitados, con la presencia de dirigentes de distintos partidos de la oposición, referentes sindicales liderados por Hugo Moyano, gobernadores, legisladores y agrupaciones de Derechos Humanos,

la mandataria buscó darle una impronta de política de Estado al anuncio, aunque la medida tendrá pocas consecuencias ante la reiterada intransigencia británica, que además tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Ante funcionarios, gobernadores, referentes de la oposición, sindicalistas, ex combatientes y militantes en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos, la Presidenta explicó que la queja también se realizará ante la Asamblea General de la ONU porque en el Consejo de Seguridad algunos países poderosos "utilizan su sillón para que, en vez de solucionar los problemas, se profundicen".

La primera mandataria anticipó, además, que invitará a dirigentes de la oposición a que participen de la sesión del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, prevista para el 14 de junio, día en el que se cumplirán los 30 años del fin de la Guerra en el Atlántico Sur.

Entre los anuncios, también destacó la construcción de un hospital de salud mental Islas Malvinas para el tratamiento de ex combatientes, que funcionará en el ex Instituto Geográfico Militar en la Capital Federal. Este anuncio provocó la reacción airada de un grupo de ex combatientes bonaerenses, que atacaron a golpes y con insultos al diputado nacional José María Díaz Bancalari (K) (Ver "Golpes...").

Tras revelar el motivo de su acto, que se había organizado en medio de un fuerte hermetismo, la primera mandataria le envió un mensaje al primer ministro británico, David Cameron, para que le dé "una oportunidad a la paz".

Documento público

Antes de iniciar el discurso, la Presidenta firmó el Decreto 200/2012, a través del cual se ordenó la desclasificación del informe encabezado por el teniente general Benjamín Rattenbach, en torno a los pormenores militares del conflicto bélico de 1982.

En el decreto también se fijó la creación de una comisión de análisis, que en 30 días estudiará el documento y luego lo dará a conocer, siempre que no viole normativas vinculadas con la seguridad nacional. "Vamos a terminar con el último de los secretos de Estado y vamos a correr el velo a este conflicto", destacó la Presidenta.

Afirmó que la cuestión "Malvinas ha dejado de ser solamente una causa de los argentinos para convertirse en una causa de los latinoamericanos, de América del Sur, una causa global".

A poco de que se cumplan 30 años de la guerra de Malvinas, la Presidenta se quejó porque "se están depredando los recursos naturales sin ningún control, que puede provocar un caos ecológico". En ese marco, afirmó: "están militarizando el Atlántico Sur, una vez más. No podemos interpretar de otra manera, por mayor esfuerzo y voluntad que pongamos, el envío de un destructor para acompañar al heredero real, que nos hubiera gustado verlo con ropas civiles".

En el cierre de su discurso, agregó: "a los muertos en la guerra les decimos honor y gloria en nombre de todos los argentinos". (NA)