El hallazgo de seis pinturas rupestres en la Cueva de Nerja, en Málaga, ofrece dos lecturas que conmueven a la comunidad científica. Por un lado, datan de hace 42.000 años, lo que las convierte en la obra de arte más antigua de la humanidad. Y además, todo indica que fueron hechas por el homo nanderthalensis, cuando hasta ahora todo lo relacionado con el sentido estético se atribuía al homo sapiens.
El profesor de la Universidad de Córdoba (España), José Luis Sanchidrián, dirige el proyecto de conservación de la cueva. Reveló que se mandaron a datar a Miami restos de carbones aparecidos a 10 centímetros de las pinturas, pruebas que arrojaron una antigüedad de entre 43.500 y 42.300 años. Esos carbones estarían relacionados con la iluminación de las pinturas, bien para realizarlas o bien para verlas, lo que supondría que pueden ser incluso más antiguas, consignó el diario español "El Mundo".
Faltan recursos
En las pardes de la cueva hay pintadas seis focas. "Los carbones están al lado de las focas, que no tienen parangón en el arte paleolítico, y sabemos que los neandertales comían focas", destacó Sanchidrián. El problema es que los trabajos están paralizados por la falta de recursos económicos y la ausencia de un gerente a cargo de la Fundación Cueva de Nerja.
Los investigadores consideran que esta gruta, uno de los últimos puntos del sur de Europa en el que se refugiaron los neandertales, esconde la clave de la desaparición de esta especie.