Hace poco más de 10 días que asumió en el Instituto Nacional de Teatro. Por eso, Guillermo Parodi pide tiempo para ponerse al día, estudiar los problemas y los reclamos, revisar los papeles. Pero promete hablar con todos, tomar contacto, salir a dialogar con la comunidad teatral para escuchar, sencillamente. "No me voy a meter en las cuestiones previas, soy un teatrista que está igual que los demás. Mi gestión va a ser más federal y más inclusiva; quiero que hasta el último teatrista pueda recibir su subsidio para difundir y realizar su producción", enfatizó.

Parodi habló telefónicamente con LA GACETA. Respondió con firmeza que más que un militante kirchnerista es un militante teatral, de la cultura. Pero admite su coincidencia con el Gobierno y, expresamente, con el modelo nacional y popular: "por supuesto que tengo gran simpatía con toda la política de la Presidenta".

- ¿Cuál es el presupuesto del INT? ¿Es suficiente?
- Alrededor de $65 millones anuales. Por supuesto, cuando uno encara un proyecto siempre sería mejor tener más dinero, pero esto es lo que tenemos, es lo que hay. Mi compromiso es administrarlo de la mejor manera posible, y hasta con pulcritud diría.

- Hay reclamos que se han difundido por las redes sociales...
- No, no me pregunte sobre las cosas que se dicen anónimamente…

- No, le pregunto sobre temas puntuales, que están subidos por grupos y actores con nombres y apellidos. Por ejemplo, exigen que los gastos administrativos no superen el 10%.
- Está bien, eso dice la ley, así lo exige. Pero el Instituto ha crecido muchísimo en todo este tiempo, desde que fue creado, y por necesidad. Debe tener su infraestructura para funcionar, porque en el país hay miles y miles de teatristas. Hay que ver cómo se reduce, si se puede mejorar, cómo se administra, de modo que no quede gente sin trabajo.

- ¿A cuánto ascienden los gastos de funcionamiento?
- Y… han llegado a estar en el orden del 50% del presupuesto. Pero le cuento que hay organismos públicos en los que se invierte hasta el 80%. Insisto en que hay mucho movimiento teatral en el país. De todos modos, vamos a revisar toda esta situación.

- ¿Qué otra acción adoptará?
- Otra de las cosas a la que me dedicaré a pensar es en la recepción del público. Si no hay gente que va a las salas, no estamos haciendo las cosas bien. Hay que aclarar que el último beneficiario es siempre el público y no el teatrista. Hay que poner sintonía fina en eso también. Y ver si se puede reformular la ley. Y reforzar las capacitaciones también.