El título, como mínimo, cumple la calificación que del libro hizo su autor, Rodolfo Vargas Aignasse. Se llama "¿Humanista? ¿Explotador? Samuel Lafone Quevedo" y está editado por Trascendernoa.
Según anunció Vargas Aignasse, la obra será presentada durante este año en distintas provincias, especialmente en Catamarca, asiento de la trama, y en la Feria Internacional del Libro. En Tucumán llegará al público en el marco del Mayo de las Letras y del Letrarte 2012.
El personaje
Se trata de una biografía novelada que en 230 páginas recrea la historia personal de Samuel Lafone Quevedo... ¿o sea?
O sea, el hijo porteño de un inglés y de una criolla que, luego de estudiar en la tierra de sus abuelos paternos, se radicó en Catamarca. Allí, mientras vivía de la minería, "despuntó el vicio" que más le interesaba: estudiar la cultura indígena de la zona andina. Recorrió la zona desde Bolivia y durante una de sus excursiones descubrió tambien nuestras Ruinas de Quilmes.
Además aprovechó los conocimientos de filología que había adquirido en Inglaterra para aproximarse a las lenguas aborígenes. Producto de todas sus investigaciones fue su obra más conocida, "Londres y Catamarca".
A fines del siglo XIX los emprendimientos mineros dejaron de ser rentables; se vio obligado a vender sus propiedades y regresó a Buenos Aires. Poco después se hizo cargo del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y fue nombrado decano de la Facultad de Ciencias Naturales de la universidad de la misma ciudad, donde murió en 1929.
"He intentado a través de esta novela biográfica llegar a mucha más gente que la que acude a las fuentes enciclopédicas... Ha procurado indagar sobre su compleja dimensión humana, que hizo posible tanto su obra al servicio de los pueblos como su contrafigura, vinculada al vaciamiento minero, forestal y arqueológico de Catamarca", contó el autor.