La casa que perteneció a la familia de Ernesto Padilla data de 1870. Su noble fachada, con pilastras, cornisa, molduras y rejas de hierro forjado, típicos de la arquitectura italianizante, permanecen tras una estructura de caños tubulares que protege a los transeúntes y anuncia la intervención de la DAU (Dirección de Arquitectura y Urbanismo). A simple vista se detectan grietas en las molduras y caída de parte de la cornisa. "Calculamos que en dos meses se iniciarán los arreglos. También hay problemas de hundimientos en el fondo, donde se están construyendo los baños nuevos. Hace unos días se encontró un arco o bóveda muy antiguo. El equipo de arqueólogos trabaja para dilucidar qué conformaron esos restos. Cuando tengamos un diagnóstico lo daremos a conocer", revela la directora del museo, Ana María Chambeaud. "El museo tiene una colección única en el NOA y me atrevería a decir que en el país también, donada por Ernesto Padilla (h). En las tallas indígenas cuzqueñas altoperuanas se ve la influencia del espíritu religioso de la familia y de la época. Pero lo más relevante son los objetos atesorados por el padre (ex gobernador). Ellos no vivieron en esta casa pero todos los objetos formaron parte del entorno familiar. La mayoría de la colección y el mayor valor lo dan los orientales: colección de porcelana china, de biombos de Coromandel, tapices orientales, ánforas orientales y europeas. La Pinacoteca es valiosa (desde el siglo XIV al XVIII), y hay mucho mobiliario europeo. También una estela en jeroglífica egipcia del templo de Karnak, que es única en el NOA, y una máscara egipcia, -detalla la licenciada-. Aparte de la colección está el monumento, que conforma el espíritu de la época: habitaciones a un costado, patios sucesivos con sus galerías al otro lado. Todo eso hace a la entrada del inmigrante italiano, que trae el estilo mediterráneo, muy influenciado por el clima caluroso. En su momento esta fue una casa muy señorial y es única porque el patrimonio se ha ido perdiendo". Entre las necesidades del museo a futuro, menciona el laboratorio de restauración y buenos depósitos. "Son decisiones -acota la directora- que tienen que ser estudiadas por un equipo interdisciplinario de arquitectos, historiadores, arqueólogos, museólogos y expertos en patrimonio".