Desazón, bronca y tristeza embargan por estas horas a la comunidad educativa de la escuela Congreso de Tucumán, de Tafí Viejo, ubicada en Congreso al 800, a seis cuadras de la comisaría. El fin de semana entraron dos veces al establecimiento y causaron destrozos en cuatro aulas en las que hoy no pudieron dictarse clases.

La directora Noemí Torres contó que el sábado, durante la tarde, recibió una llamada de teléfono que la alertaba sobre el ingreso de personas. Al anochecer hizo la denuncia ante la Policía y el domingo por la mañana acompañó a los agentes para que constataran los desmanes. Los autores forzaron la puerta de un depósito que contenía recipientes con pintura látex y aerosoles.

Con ese material, entraron en cuatro aulas. "Pintaron las paredes y pizarrones, escribieron palabras antisemitas, arrojaron látex en el piso y hasta defecaron en un aula. Además, inutilizaron documentación que para nosotros era importante. Fue horrible ver los grados en esa condición porque más allá de la ayuda que recibimos del Ministerio de Educación, parte del material fue comprado con fondos de la cooperativa y el aporte de padres", contó la docente.

Como si se tratara de un desafío, la directora informó que ayer a la siesta se repitió el hecho, aunque esta vez, con  mayor saña. "Pareciera que lo hicieron para demostrar que tienen impunidad. No entendemos las razones. Algunos chicos nos contaron que vieron varias motos estacionadas en las puertas. No podemos entenderlo...", expresó.

Por el estado en el que quedaron las cuatro aulas afectadas, en donde funcionan dos 5°, 3° y 2° grado, los alumnos debieron asistir a clases en un salón de usos múltiples. Debido a que no es la primera vez que ingresan a la escuela, aunque sí dos veces en un fin de semana, pidió que el Ministerio de Educación garantice personal para que realice tareas de guardia durante las noches. "Cuesta seguir después de hechos como estos, pero no vamos a dejar que situaciones así nos tiren para atrás", reflexionó Torres. LA GACETA ©