"Así como en el sur del país, las escuelas están debidamente calefaccionadas por las características climáticas, los establecimientos escolares del Noroeste argentino deben estar también adaptados para soportar temperaturas de hasta 40 grados. De lo contrario, es inviable extender el período lectivo, cada año", opinó Teresa Hernández de Ramayo, secretaria general del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop).
"Nadie discute de que hay que mejorar los índices de educación elevar la calidad educativa y mejorar los aprendizajes con más tiempo en la escuela; pero para lograr esos objetivos los gobiernos deben planificar y mejorar los presupuestos educativos", enfatizó la dirigente.
"Hay que mejorar la infraestructura y el equipar adecuadamente a las escuelas para que puedan funcionar más tiempo ", opinó. Respecto de la fecha del cierre del ciclo lectivo fijada para el 21 de diciembre, Ramayo criticó el hecho de que el gobierno nacional cerrara, "abruptamente las negociaciones paritarias", e "impusiera unilateralmente" un calendario escolar sin acuerdo con los distintos gremios, explicó. "Así también ocurrió en el aspecto salarial, imponiendo un salario mínimo de $2.900 para el maestro que recién se inicia", indicó Ramayo.
"Es imposible cerrar las clases el 21, y fijar los exámenes para el 27 y 28 de diciembre, luego del feriado puente del lunes 24, del 25 que es Navidad, y a tres días de la fiesta de Año Nuevo. ¿Cuándo se preparará a los chicos para las recuperatorias? ¿En qué tiempo se organizarán los exámenes para 11y 14 materias de la secundaria?", preguntó la dirigente de Sadop, que agrupa a los docentes privados.