Una invasión se produjo en los primeros puestos de la clase A-7: los Reginato hicieron el 1-2-3. ¡Y de qué manera! El orden fue el más acertado porque Andrés, con su triunfo en la etapa, puede salir con más aire a completar la última jornada y conducir sin obstáculos hacia la corona de la categoría.
El futuro piloto Dakar fue escoltado por su papá, Miguel y su hermano, "Miguelito". Mientras la vanguardia la comandaron los Reginato, cuarto quedó Adrián Assaf que tendrá una durísima tarea para hoy. El monterizo está obligado a ganar, si es que quiere ser campeón. El tercero en discordia por la corona, Ariel Villagrán, se vio obligado a abandonar.
Andrés es consciente de la situación y consideró que nada está dicho. "Vinimos bien. Tratamos de cuidar al máximo y, al mismo tiempo, andar rápido porque Adrián estaba cerca y no nos podíamos relajar", detalló Andrés.
Por su parte, Assaf tuvo un sinfín de complicaciones. Las dificultades empezaron por la caja de cambios, pasaron por el embrague y continuaron en el alternador. "La diferencia es bastante amplia, pero voy a salir a poner todo y buscar el número uno como sea", desafió, fiel a su estilo batallador, el piloto del VW Polo.
En el sector de los Reginato la atmósfera exitosa se percibía. Sin embargo, ni los mecánicos encabezados por Alberto Caram, ni los pilotos y navegantes, dejaron de atender los autos. "El buen trabajo del equipo de Alberto se ve reflejado en que los tres estamos en el podio; estoy muy contento", dijo Miguel (h).
Llegado desde la pista, "Miguelito" debió trasladar su experiencia a bordo del monoposto de la F-Renault a la robustez de un auto de rally. "Para mí, la etapa fue muy difícil porque nunca me tocó correr acá con pisos tan difíciles. Voy mejorando de a poco", se entusiasmó.