BARCELONA. "Las pruebas realizadas esta noche han confirmado que Messi sufre una contusión ósea en la cara externa de la rodilla izquierda. La evolución clínica marcará su disponibilidad para el próximo partido, el domingo contra Betis". Así de clarito y tranquilizador fue el comunicado de prensa que dio Barcelona para llevar paz a todo el mundo que quedó conmocionado viendo al rosarino abandonar el campo en una camilla. Y todo volvió a la normalidad cuando el ídolo, a traves de su cuenta de Facebook, publicó: "le agradezco la preocupación de todos".
La acción ocurrió a cuatro minutos del final, cuando Messi intentó, en un mano a mano, eliminar a Artur. En su intento de superar la salida del arquero portugués, chocó con él y aunque siguió la jugada ya estaba dolorido. Entonces, Messi se fue al piso y se echó las manos a la cabeza, gesto con el cual abandonó el campo en camilla entre el silencio de los 50.000 espectadores que acudieron al Camp Nou.
El ídolo fue sometido a un examen en el Camp Nou y posteriormente fue trasladado a un clínica donde se le realizó un estudio más complejo, donde se descartó una lesión más seria.
El técnico Tito Villanova también respiró tranquilo. Fue el centro de todas las críticas. El estadio se sorprendió cuando el entrenador decidió no incluirlo entre los titulares. Todos querían verlo anotar el gol para alcanzar el récord del alemán Gerd Müller, que en 1972 completó un año calendario con 85 goles.
Luego, cuando lo vieron ingresar, todos respiraron aliviados. Sin embargo, cuando sufrió la lesión, todos comenzaron a cuestionarlo porque hizo ingresar a Messi cuando quedaba media hora para que terminara el cotejo que finalizó 0 a 0.
"Volvería a tomar la misma decisión", se apuró en aclarar el entrenador.
"Sea Messi u otro, cuando veo un jugador que cae al césped siempre me preocupo. No hay nada peor que una lesión para un jugador", agregó Vilanova después de el encuentro. (DPA y Especial)