En los últimos 20 años, los tradicionales gimnasios sumaron la danza a sus actividades rutinarias. El propósito fue contribuir con el baile al descenso de peso y a la modelación de la figura que todo el mundo buscaba. "Es que bailar, hacer ejercicios y practicar deportes aumenta la producción de endorfinas en el organismo. Esta sustancia es la que nos genera esa sensación de bienestar, felicidad y vitalidad, sensación que durante el baile parece multiplicarse porque se suma al movimiento de un ritmo que nos gusta", señaló el profesor Julián Posternak.
Bailar, estimula la circulación sanguínea haciendo que cada parte del cuerpo reciba mayor cantidad de oxígeno. Mejora todo el organismo: la piel se ve más tersa y luminosa, oxigena el aparato respiratorio y aumenta la capacidad pulmonar. Se beneficia el sistema vascular porque el baile favorece el drenaje de líquidos y toxinas. También ayuda a quemar calorías y grasas, hace perder sobrepeso y reduce los niveles elevados de colesterol y de azúcar en sangre. En síntesis: bailar tango mejora la postura corporal dando un porte elegante y armonioso; fortalece los distintos grupos musculares (glúteos, abdomen y piernas) y afina la cintura.
Coordinación motriz
Te agiliza la mente y mejora tu equilibrio
Llevar adelante una coreografía que se va creando al ritmo de los compases y de la música mejora la concentración y la memoria y esto se traduce en mayor agilidad mental y equilibrio. También ayuda a superar la timidez y la soledad, a liberar tensiones y a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Bailar levanta el ánimo, propicia la comunicación y las relaciones sociales, ayuda a expresar las emociones.
Libera lo negativo
Termina la música y la angustia desaparece
Cuando una persona se siente triste, tiene penas de amor o está angustiada o depresiva sin saber cuáles son los motivos, bailar tango ayuda liberarse de las emociones negativas. El ritmo aumenta la actividad electroencefálica en la corteza motora. Las emociones se transforman en sustancias químicas que mejoran el sistema inmune y otros mecanismos de curación del cuerpo. Cuando termina la música, la angustia ya no está.
Desarrolla capacidades
Aprendés a crear, improvisar y reaccionar
El tango desarrolla capacidades personales, como la concentración, la improvisación, la sensibilidad, la creatividad y la capacidad de reacción y la relación social. También ayuda a desarrollar aspectos comunicativos: el interés y la entrega, la confianza propia y en los demás, la valoración constructiva de los demás. El que baila tango disfruta, aprende, se esfuerza (pone voluntad) reconoce, entiende y se entrega al otro.