Probablemente, Myrtha Raia haya esperado con ansias 2012, al igual que centenas de familias tucumanas. Ocurre que el año pasado comenzó el juicio oral por la megacausa por crímenes de lesa humanidad "Arsenales II-Jefatura II". El proceso juzga desde noviembre a 41 imputados por delitos cometidos en esos dos Centros Clandestinos de Detención (CCD) durante la década del '70. Entre las 222 víctimas se encuentra Horacio Marcelo Ponce, uno de los hijos de Raia. El hombre fue secuestrado en 1977 y permanece desaparecido desde entonces. Su mamá, al igual que muchos familiares de víctimas, iba a testificar.

De acuerdo con los expedientes judiciales, Ponce era un estudiante de Derecho y militante de la Juventud Peronista (JP). Su derrotero había comenzado en 1975. El 24 de junio, había sido secuestrado por primera vez. En esa oportunidad había sido alojado en la Jefatura y llevado luego al CCD conocido como "La Escuelita", que funcionó en la escuela "Diego de Rojas" de Famaillá. Tras ese traslado y varios interrogatorios, fue liberado dos días después.

El 22 de abril de 1977, fue secuestrado nuevamente. Según relata la causa, a la madrugada sonó el timbre de su casa, en Italia al 2.000. Al abrir la puerta, había un grupo de personas con sus rostros tapados con pañuelos. Ingresaron simulando que entregarían un paquete. Sin embargo, estaban armados y se lo llevaron. Habría sido destinado a la Jefatura nuevamente. En ese lugar fue visto por testigos en junio de 1977. Habría sido obligado a declarar bajo tortura. De hecho, su nombre figuraba en el "Índice de declaraciones de Delincuentes Subversivos" con la sigla "DF" (disposición final), documento que fue aportado por el testigo Juan Carlos Clemente durante la causa "Jefatura I" (2010) De acuerdo con los relatos, su ejecución habría sido decidida luego. Ese mismo día habían secuestrados sus amigos y compañeros de la JP Gustavo Santillán, Ricardo Somaini y Víctor Moreira.

El proceso oral se reanudará el jueves 7 de febrero en la sede del Tribunal Oral Federal (TOF) local. Se espera que la megacausa continúe al menos hasta después de mitad de año.