El ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, se comprometió con la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) a liberar los excedentes por encima de los 6 millones de toneladas de trigo. Así, el funcionario intentó mostrar un gesto a los productores para que apuesten al cereal, ya que la campaña pasada se cosecharon 9,5 millones de t (fue la peor campaña de los últimos 100 años) por la sequía que afectó la producción y a la intervención del Gobierno en el mercado que, según los productores, genera que el cultivo no tenga precio en el mercado.
Ambito Financiero destacó que en el encuentro que el funcionario mantuvo con la FAIM, intentó convencer a los productores de que "siembren todo el trigo y toda la cebada que les sea posible" y les recordó que para estimular a los productores, el Estado lanzó semanas atrás líneas de créditos para la siembra de trigo a través del Banco Provincia y del Nación con montos de hasta $ 150.000 y 180 días de plazo, con tasa de interés fija anual nominal del 9%.
Pese a todos los esfuerzos del Gobierno nacional, los productores están reacios a sembrar trigo, ya que aseguran que la intervención oficial en el mercado hace que no haya previsibilidad para el negocio. "Espero que lo que Yauhar promete se haga realidad porque los productores sabemos que él no toma la decisión final de exportar o no. Es todo un gesto, esperamos que eso repercuta en una mayor área sembrada con el cereal", señaló un productor de Azul.
Sin embargo, pese a los esfuerzos de Agricultura, aún no hay números ni oficiales ni privados sobre la nueva campaña de trigo que está a punto de comenzar. En 2012 se cosecharon sólo 9,5 millones de toneladas, 6 se destinaron para el mercado interno y hasta hoy sólo resta exportar unas 300.000 toneladas. Todo indica que si las políticas oficiales no cambian, los productores se volcarán a cultivos sustitutos como la cebada, tal como ocurrió en el ciclo pasado.
"La decisión de permitir exportar por encima de los 6 millones de toneladas es correcta porque no sirve de nada tener el mercado abastecido y no permitir vender. Si seguimos con esta política, el país seguirá perdiendo mercados, que los ganan nuestros competidores, los países vecinos", afirmó un analista de mercados.