BOGOTA.- La Organización de Estados Americanos (OEA) planteó el viernes a los países del continente que adopten el consumo de drogas ilícitas como un problema de salud pública y que se abran a la despenalización como una política que ayude a combatir el narcotráfico.
La recomendación está contenida en el informe "el Problema de las Drogas en las Américas", que fue entregado por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, luego de que en la última Cumbre de las Américas en Cartagena en 2012 pidió elaborar un diagnóstico sobre la situación.
"La despenalización del consumo de drogas debe ser considerada en la base de cualquier estrategia de salud pública. Un adicto es un enfermo crónico que no debe ser castigado por su adicción, sino tratado adecuadamente", de acuerdo con el informe que incluyó un análisis del problema en las Américas y una serie de escenarios para enfrentarlo, informó Reuters.
El estudio surgió pese a la sensibilidad que el tema despierta en Estados Unidos y a las diferentes posiciones de gobiernos del hemisferio sobre la manera de enfrentar el narcotráfico y el consumo, que incluyen desde la legalización y la despenalización hasta la política criminal.
Los expertos que participaron en el estudio sostuvieron que las medidas restrictivas de la libertad son antagónicas y sólo deberían usarse cuando esté en riesgo la vida del adicto o cuando su conducta constituya un riesgo para la sociedad.
En las Américas se encuentra aproximadamente el 45 por ciento de los consumidores de cocaína del mundo, alrededor de la mitad de los de heroína y una cuarta parte del total de los de marihuana, mientras se ha detectado un incremento del consumo de drogas sintéticas.
El consumo de drogas prohibidas, de acuerdo con el informe, genera en el hemisferio un negocio ilícito que sólo en los mercados de venta minorista de drogas se sitúa en unos 151.000 millones de dólares.LA GACETA