Aunque leves, algunos indicadores están mostrando cierta recuperación de la economía argentina. El auto comenzó a tomar velocidad, mientras que se está edificando un escenario preelectoral con anuncios oficiales que apuntan a reactivar al construcción y generar empleos.
En estos últimos días aparecieron nuevos datos relacionados con la actividad tanto por el frente fiscal, como del sector automotriz y de la construcción, que nos permiten afinar la puntería a la hora de analizar el desempeño de la actividad durante el último mes, plantea Delphos Investment en su último reporte.
Este fenómeno tiene una explicación política. La necesidad de mantener el empleo y la carrera electoral llevarán a que se mantenga cierto dinamismo moderado en la economía, advierte Delphos. Dado que la construcción es un rubro que importa pocos insumos y que demanda mucha mano de obra, la revitalización del sector podría ser una manera de lograr mantener el empleo sin un impacto demasiado fuerte en la salida de divisas, explica.
Desde la primera mitad de 2011, la actividad se enfrió. El cepo cambiario de fines de ese año impulsó la caída de las tasas de crecimiento, indica por su parte un informe de Economía & Regiones (E&R). El incremento del dólar paralelo y la brecha cambiaria pospuso las decisiones de gasto de los consumidores, afectando negativamente el consumo, la inversión y el nivel de actividad, explica. Todos los indicadores del nivel de actividad, que ya se venían desacelerando antes de cepo, se desplomaron con la intensificación trabas.
Sin embargo, en abril y mayo de este año aparecen señales mixtas desde algunos indicadores económicos. Hay signos que muestran mejoras marginales y otros cuya tendencia sigue siendo negativa, indica E&R.
Centrándonos en los números positivos, en mayo la recaudación nacional creció un 28%; es decir, alrededor de tres puntos porcentuales más que la inflación minorista relevada por el Congreso. Paralelamente, en abril la industria creció un 1,.7% interanual. "Sin embargo, si se deja de lado el comportamiento positivo del sector automotriz, que se recupera "de la mano" de Brasil, el resto de la industria cayó un 4% interanual. Es más, en mayo la producción automotriz creció 32% interanual y 5,4% intermensual arrastrando al alza al agregado industrial", acota.
Los importados
El patentamiento de autos de abril es un muy buen ejemplo en materia de señales mixtas. Se patentaron 81.411 vehículos, lo cual representa un incremento del 33% con respecto al mismo mes del año anterior (60.834). "A priori, este indicador podría ser interpretado como una señal positiva de recuperación de la demanda interna, la producción y el nivel de actividad. Sin embargo, si se tiene en cuenta que el 58% de los patentamientos corresponden a vehículos importados, la conclusión podría virar hacia el sentido contrario", advierte el informe de la consultora. Los autos importados no contribuyen positivamente ni a la producción de la industria, ni al nivel de actividad global. Por el contrario, sólo reflejarían los problemas que emergen del dólar paralelo y la brecha cambiaria, según E&R.
En pocas palabras, los autos importados no serían otra cosa que dólares comprados al tipo de cambio oficial (y sin impuesto del 20%) por parte de la gente que no puede acceder a la divisa norteamericana. En este sentido, explica la consultora, habría que recordar que gran parte de estos autos podrán ser vendidos en dólares en el mercado de los usados en el futuro.
Al mismo tiempo y por primera vez en mucho meses, la construcción también volvió a mostrar tasas de crecimiento interanual positivas en abril 2013. Al mismo tiempo, las exportaciones de productos primarios crecieron un 43% interanual en abril pasado, mientras que en el primer trimestre habían crecido tan sólo un 8%. Estas señales mixtas deberían ser consideradas como una señal positiva. Sin lugar a duda es mejor que haya señales mixtas a que todas las variables de la economía muestren una inconfundible tendencia negativa. No obstante, no estaría claro la sustentabilidad en el mediano plazo de las señales mixtas. Menos claro o más incierto aún es que estas señales mixtas puedan consolidarse en una tendencia estructural positiva en el mediano y largo plazo.