WASHINGTON.- El gobierno de Estados Unidos considera la elección del candidato reformista Hasan Rohani como nuevo presidente de Irán como una "señal potencialmente positiva", dijo el jefe del gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, en declaraciones a la televisión CBS. Si Rohani quiere mejorar las relaciones entre Teherán y el mundo, tal como declaró en la campaña electoral, "ahora tiene una oportunidad".
Si Irán quiere abandonar su controvertido programa nuclear, como Naciones Unidas exige, "encontrará en nosotros un socio", insistió el alto funcionario de la administración de Barak Obama. Ya el sábado la Casa Blanca mostró interés en superar el diferendo nuclear con Teherán por la vía de las negociaciones. Estados Unidos, dijo, sigue estando dispuesto a mantener contacto directo con el gobierno iraní.
Rohani ganó las elecciones presidenciales del viernes con un 50,7 % de los votos. Mahmud Ahmadineyad, presidente durante los últimos ocho años, no puede presentarse a un tercer mandato.
Paralelamente, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que su país "no espera cambios" luego del triunfo de Rohani y pidió "mantener la presión" sobre Teherán. "La comunidad internacional no debe dejarse llevar por deseos, ni dejarse tentar ni rebajar la presión sobre Irán con el fin de que ésta abandone su programa nuclear", dijo Netanyahu. "Desde un principio el líder de Irán descalificó las candidaturas de aquellos que no se acomodaban a sus posiciones extremistas, y de entre aquellos a los que sí les permitió fue elegido el que menos está identificado con el régimen, pero aún se trata de alguien que describe al Estado de Israel como el Gran Satán Sionista", agregó.
Aunque no es un reformista propiamente dicho, Rohani obtuvo el respaldo de los líderes políticamente marginados. Su llamamiento a poner fin a la "era de extremismo" se ganó a muchos votantes descontentos por la crisis económica y la represión de los disidentes y la libertad de expresión que marcó la presidencia de Ahmadinejad. El presidente electo, conocido en Occidente como el principal negociador nuclear iraní entre 2003-05, trató de tender puentes expresando su aprobación a las fiestas en las calles pero también reuniéndose con el presidente conservador del parlamento. (DPA-Reuters)