Daniel Sosa Piñero, interventor del Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA), ofreció su versión sobre la clausura que realizaron los inspectores de esa institución, junto con la Policía, el domingo a la madrugada en un inmueble de Chacabuco al 600. El martes al mediodía, un grupo de jóvenes protestó en la vereda del IPLA y acompañó a Gabriela Olivera, la responsable de la fiesta, que presentó la denuncia en la sede del organismo.
La joven, de 26 años, sostuvo que el accionar de la Policía fue violento, que cortaron las luces al momento de ingresar a la vivienda, que no se identificaron y que cuando ella quedó sola con los agentes, en medio del operativo, la manosearon. Según precisó, eran 25 policías y cinco inspectores del IPLA que se llevaron parlantes, bebidas y hasta su celular.
Ese mismo domingo a la madrugada radicó la denuncia en la seccional segunda, donde constataron los hematomas que tenía en los brazos. Durante la protesta, el interventor del IPLA aceptó recibirla junto con otros compañeros, pero no quiso hablar con la prensa. Recién ayer, haciendo uso de su derecho a réplica, se acercó a LA GACETA para aclarar algunos puntos y aportar un video.
- ¿Cuántos policías e inspectores había?
- No contamos con 25 policías. Eran sólo 10 y cinco inspectores.
- Ellos contaron que se trataba de un cumpleaños...
- La fiesta no era privada. Había una gran concurrencia de gente con una barra y freezer. Se detectó la existencia de cajas donde había dinero. No se sabe si era de la venta de bebidas o entradas. Otras veces se denunciaron fiestas en el mismo lugar y fuimos, pero no pudimos entrar.
- ¿Cómo ingresaron esta vez?
- La gente estaba saliendo, entonces pudimos entrar. No forzamos ninguna puerta. Todo eso se ve en el video.
- ¿Filman los operativos?
- Los filmamos para evitar este tipo de planteos y para tener un resguardo. No con un fin legal.
- La joven tiene golpes, ¿cómo se explica eso?
- Los hematomas son productos de la fricción en el ingreso. Nadie la tocó o agredió. En todo momento trataron de contenerla, pero no hubo caso.
"Prevención"
El interventor aseguró que entre los bienes secuestrados jamás estuvo el celular de Gabriela. "De hecho no consta en el acta. Se le debe haber caído", dijo. Recalcó que el operativo fue tranquilo, que duró media hora y que no se trataba de un cumpleaños, sino de una fiesta clandestina. "Se veía que los que salían no eran un grupo homogéneo. Ni se conocían. No había indicios de que fuera un cumpleaños: ni torta, ni globos, ni lista de invitados. Tampoco es modalidad cortar la luz. Eso lo hacen los de la fiesta; ya pasó otras veces", detalló el funcionario a este diario.
Sosa Piñero insistió en la intención de trabajar en la prevención y cambiarle la imagen al organismo.
-¿Pondría las manos en el fuego por el comportamiento de sus agentes?
- Conozco a la mayoría porque hace 20 años que trabajo ahí (antes fue secretario ejecutivo). Puedo decir que esa noche los cinco que fueron son serios y responsables.
- ¿Es consciente de que la mala fama fue por operativos violentos?
- En su momento pudo haber habido un exceso en el afán de hacer cumplir la ley. Es verdad que existen ciertas metodologías que no comparto y pienso erradicarlas. El IPLA no es un organismo represor.
- Es su palabra contra la de ellos, ¿a quién le cree la sociedad?
- Los vecinos saben y padecen los afters y las fiestas clandestinas. No entramos a una vivienda familiar. Esta no lo era porque nadie pondría una casa para hacer una fiesta con tanta gente. Es más fácil hacer la vista gorda, pero después, cuando ocurre algo, al que se responsabiliza es al Estado por no haber actuado.