BUENOS AIRES.- El presidente de River Plate, Daniel Passarella, agasajó a los campeones mundiales de 1978, a 35 años de haber conseguido el título, en una ceremonia desarrollada en el estadio Monumental con la participación de casi todo el plantel.
El acto contó con la presencia del entrenador de aquel equipo, César Luis Menotti, y su ayudante de campo, Roberto Marcos Saporiti, más 17 futbolistas del plantel de 22 que obtuvieron el primer título del Mundo para Argentina.
Tras la presentación, Passarella le entregó una camiseta argentina a cada uno de los jugadores que estuvieron esta noche en el acto, con el número que usaban en el Mundial.
La entrega fue por orden alfabético y recibieron su casaca: Héctor Baley (3), Daniel Bertoni (4), Ubaldo Matildo Fillol (5), Américo Gallego (6), Luis Galván (7), René Houseman (9), Daniel Killer (11), Leopoldo Luque (14), Jorge Olguín (15), Oscar Alberto Ortiz (16), Miguel Angel Oviedo (17), Rubén Pagnanini (18), Alberto Tarantini (20), Daniel Valencia (21) y Julio Ricardo Villa (22). El vicepresidente de River, Diego Turnes, le entregó la camiseta a Passarella, con el número 19.
Passarella le dio una camiseta a Menotti y Saporiti, en ambos casos con el número 78 en la espalda. Al tiempo que no asistieron al acto Norberto Alonso (era el número 1), Osvaldo Ardiles (2), Mario Kempes (10), Omar Larrosa (12) y Ricardo Lavolpe (13). Una vez finalizada la entrega de las casacas conmemorativas, hablaron Passarella y Menotti.
El presidente de River escuetamente afirmó que "fue grandioso lo que hizo este equipo, merece el festejo de hoy y mucho más". A su tiempo, Menotti comentó que "fue un equipo exitoso y se merecía la gloria. El campeonato se empezó a gestar dos años antes del título, no en el momento del logro. Sufrí mucho, no por mí sino por los jugadores que no fueron reconocidos".
"Fue una cobardía mezclar el fútbol con la política", aseguró Menotti, en referencia a los comentarios que emparentaban al logro del título con la situación que vivía el país, ya que desde 1976 atravesaba la dictadura más sangrienta de la historia del país. Por último, Menotti aseveró que "fue una gesta importante. Los jugadores fueron héroes por la manera que trabajaron".
Después de las palabras de Menotti, se ofreció un lunch y más tarde se entregaron unos diplomas a los jugadores y al cuerpo técnico, acto en el que estuvo la viuda de Ricardo Pizzarotti, fallecido preparador físico del plantel campeón del Mundo. En ese momento, se sumó otro jugador del equipo: Rubén Galván, quien recibió la camiseta número 8 y el diploma correspondiente.
Por otra parte, Gallego no quiso hablar con el periodismo y se limitó a decir que "era un técnico desocupado".