Viene con toda su banda y con toda la polenta de su voz inigualable. Promete hacer un recorrido por los mejores temas de su discografía y tocar algunos del próximo álbum, que saldrá este año. Claudia Puyó, esa dama del rock que fue una de las protagonistas del fenómeno "El amor después del amor", junto a Fito Páez en los 90, sigue fiel a la mística que la hace disfrutar cada minuto en el escenario. "Yo soy muy romántica y en el fondo no me importa la popularidad sino que uno no se traicione. No perder el espíritu real de por qué uno está allí. Cuando comencé, hace casi 40 años, lo más importante para mí era la música y sigue siéndolo", afirmó en diálogo telefónico con LA GACETA, desde Buenos Aires.
Por los bucles de su melena rubia y su fanatismo por Led Zeppelin, un antiguo novio la llamaba Plant (el apellido del cantante de esa banda). Cuando subió por primera vez a un escenario, con el trío Ana Gris, tenía apenas 15 años y era "una barbie que cantaba", según suele recordar. Pero ya llevaba en el alma la convicción de no ceder concesiones a los sellos discográficos, a cambio de la libertad de hacer la música que quería.
"Siempre quise ser libre para componer, para hacer la música que me gusta", dijo. Y con respecto a aquellos artistas que reciben ayuda del Estado, opinó que "está todo bien, pero yo prefiero hacer las cosas sin pedirle nada a nadie, para después no deberle nada a nadie".
El disco que prepara con el esfuerzo de todo proyecto independiente tendrá temas suyos y versiones de otros autores, como Adela en el carrusel (Charly García) y otro de Zeppelin que grabó junto a la banda rosarina Vudú. Mientras tanto, sigue tocando en diferentes escenarios, con su banda o sola. "Ayer estuve tocando sola con la viola en Córdoba -comentó-. Reconozco que tocar sola ya es agotador para mí. El año próximo cumplo 55 años de edad y 40 años que estoy en el escenario. A veces siento el brazo cansado. Por eso me gusta tocar con mi banda. Me apoyo en ellos y porque a la música la hacemos tal como la grabamos".
- Te gusta hacer temas de muy diferente raíz. Desde Pappo hasta el Cuchi Leguizamón.
- Es que la música es una sola. Me gustan tanto Los Beatles como Atahualpa Yupanqui. Yo empecé escuchando a los clásicos con mi padre. Jugábamos a adivinar de qué compositor era lo que estaba sonando en el tocadiscos. La música conmueve o no. Te entra en el corazón o no. Bob Dylan no es el mejor cantante del mundo pero me encanta desde chica. Y Aretha Franklin me enseñó a cantar desde sus discos.
- ¿Cuáles son tus expectativas para el viernes (mañana)?
- Volver a ese teatro hermoso, donde toqué en 2011. Ese día no hubo gente porque mi concierto coincidió con un partido de la Selección. Pero ahora también voy por una fan divina que tengo en Tucumán, que va a ser mi invitada de honor. Uno crea lazos con cosas que son misteriosas en el camino de la vida. Y este concierto también va a ser muy emotivo para nosotros porque lo vamos a dedicar al Polaco Riedel, mi bajista, que falleció el 16 de mayo.
La Puyó confesó que otra de sus expectativas son las humitas y las empanadas tucumanas, "todas esas comidas tan ricas que ustedes tienen", dijo. La acompañarán Maximiliano Kamienomosky (bajo), hijo de Oscar Kamienomosky (guitarras), José Argel (guitarras), Ricardo Maril (piano) y Sergio Dreiman (batería).
ECOS
- Creatividad y autocrítica:- "Yo no pienso tanto, por eso no hago tantas canciones. Me tiene que pasar algo para que pueda componer... por eso tengo cuatro discos miserables, no sólo porque no transo con el enemigo sino porque pienso que todo está hecho. Soy como una asesina conmigo" .
- Una sobreviviente:- "Yo tuve muchas tragedias en mi vida, se me murieron dos novios, y alguna vez sentí que era como el ángel de la muerte. Me siento una sobreviviente de muchas cosas".
- La industria:- "Es que o sos de PopArt o hacés las cosas por tu lado, para no depender de esos cretinos que te sacan el alma. Que te dicen: "Si querés tocar en este festival, me vas a dar todas tus canciones, vas a tocar a las 17".
Trayectoria
La vida en el escenario
Empezó a los 15 años, junto a Claudio Tripputi y Aníbal Forcada, en Ana Gris. Después integró Trigémino, la banda sinfo-rock de Jorge Minissale y el Pollo Raffo, pasó por el under en Brasil; grabó y cantó para Pedro y Pablo, Cantilo & Punch, Suéter, David Lebon y los Redondos en su primer disco, Gulp!, se fue con Tito Fargo, el guitarrista, a España y formaron Los Románticos de Artane. En los 90 trabajó con Kevin Ayers, Mercedes Sosa y Fito Páez, entre otros muchos. Grabó cinco discos propios: Del Oeste, La razón y la tempestad, Cuando te vi partir, El Angel, y un quinto que se está masterizando y todavía no tiene título.