RÍO DE JANEIRO.- El papa Francisco sostuvo hoy que "la juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo" y "nos impone grandes retos", al hablar en el Palacio Guanabara.

En el marco de la ceremonia de bienvenida que ofrecióla presidenta Dilma Rousseff, el argentino Jorge Bergoglio dijo que "nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio, tutelar las condiciones materiales y espirituales para su desarrollo, darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida".

Y agregó:  "No traigo oro ni plata, pero traigo a Jesucrito, que es lo más valioso".

SU LLEGADA

El papa Francisco arribó hoy a las 15.40 al aeropuerto internacional Galeao de Río de Janeiro, donde presidirá la Jornada Mundial de la Juventud, que congregará a 2 millones de jóvenes de todo el mundo, dando inicio a su primer viaje internacional.

El argentino Jorge Bergoglio descendió del avión -un Airbus A330, de la compañía Alitalia- junto a su comitiva y fue recibido en la aeroestación por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; el arzobispo de Río, Orani Tempesta; y el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, Raymundo Damasceno, entre otras autoridades.

Jóvenes de distintas nacionalidades lo esperaban también en el aeropuerto cantando canciones como "Esta es la juventud del papa". 

Sobre su agenda, antes de su primera reunión formal con autoridades brasileñas en el palacio Guanabara -la sede de la gobernación de Río-, Francisco partió hacia la Catedral Metropolitana para realizar un rápido recorrido de un kilómetro en un auto por la zona céntrica de la ciudad, donde desde la mañana se concentraban miles de peregrinos de todo el mundo que acuden a Río para la cita católica. 

El paseo fue un cambio de último momento en el programa, introducido por iniciativa del propio papa, quien expresó el deseo de que su primer contacto en Brasil fuese con el pueblo. 

El deseo de Francisco de mantenerse cerca de los fieles y de prescindir del vehículo blindado en sus traslados hizo que el gobierno reforzara el esquema de seguridad y movilizara a unos 14.000 efectivos -10.200 de ellos militares-, apoyados por helicópteros, vehículos blindados, buques de patrullaje y un sistema antiaéreo. 

AGENDA

Tras el recorrido inicialpor las calles de Río, el pontífice se trasladará en helicóptero al palacio Guanabara, la sede de la gobernación de Río, para recibir el saludo oficial de las autoridades brasileñas y sostener un encuentro privado con Rousseff. 

Mañana, Francisco se tomará un día de descanso y el miércoles iniciará su programa oficial con un viaje a la ciudad santuario de Aparecida, en el interior de Sao Paulo, donde celebrará una misa antes de regresar a Río, para inaugurar un centro de atención para dependientes de sustancias químicas en un hospital católico mantenido con donaciones privadas. 

El primer contacto con los estimados dos millones de jóvenes de todo el mundo que se dan cita en Río para la JMJ tendrá lugar el jueves, cuando el papa sea homenajeado con una fiesta de acogida de los jóvenes en la famosa playa de Copacabana y dará su bendición a los fieles. 

El pontífice también sostendrá en ese mismo día -en lugar y horario a ser confirmados- un encuentro con las decenas de miles de fieles argentinos que se trasladaron a Río para la JMJ. La reunión ha sido propuesta por el propio pontífice, deseoso de contactar a sus compatriotas. 

El viernes, Francisco volverá a Copacabana para seguir una representación del Vía Crucis, y el sábado se trasladará a la localidad de Guaratiba, a unos 40 kilómetros de distancia, para inaugurar la jornada de vigilia que terminará el domingo, con la misa de clausura del evento, a la que acudirá la presidenta Dilma Rousseff. DPA - TÉLAM