Graciela Ledo, hermana del soldado riojano Alberto Ledo, desaparecido el 17 de junio de 1976, declaró ayer en la Justicia Federal de Tucumán por la denuncia que hicieron los senadores radicales Gerardo Morales y José Cano contra el jefe del Ejército César Milani.
Ledo se mostró molesta por haber sido convocada en relación con el expediente abierto por los políticos y no por la denuncia original de la desaparición, que impulsó la familia y que está paralizada en Tribunales hace 37 años.
Según aseguran los legisladores, pudieron constatar la participación de Milani en "comisiones" no especificadas entre mayo y julio de 1976, momento de la desaparición del conscripto, ocurrida en Monteros, durante un operativo.
Por esta citación dispuesta por el fiscal Pablo Camuña, de la Unidad de Derechos Humanos del Ministerio Público Fiscal, en el marco de la investigación a cargo del juez federal Daniel Bejas, Graciela se mostró molesta. "Sobre la participación de Milani durante el Operativo Independencia o en operativos en Tucumán, no tengo nada para decir", indicó a LA GACETA. "Yo creía que me citaban para hablar sobre la denuncia que hicimos hace 37 años, pero no es la misma causa", insistió. Luego agregó que en la oportunidad ratificó la denuncia por la desaparición de su hermano y pidió que se agilice la investigación y se la eleve a juicio.
Graciela recordó que Ledo desapareció en Tucumán cuando era un conscripto de 20 años, y había sido trasladado para participar de un operativo en Monteros. Allí se perdió su rastro luego de haber salido de recorrida con el capitán Esteban Sanguinetti, explicó.
"Nos dijeron que se hizo desertor, lo cual jamás vamos a creer. Esto fue una desaparición forzada", sostuvo Graciela.
Ledo fue asistente de Milani mientras estuvo asignado a Tucumán, donde el militar prestó servicio entre mayo y julio de 1976 en el Batallón de Ingenieros.