BUENOS AIRES.- Dos meses antes de las elecciones legislativas, el Gobierno nacional elevó ayer a $ 15.000 de sueldo bruto, el monto mínimo no imponible para el pago del impuesto a las Ganancias, para empleados en relación de dependencia y a su vez fijó en ese monto el ingreso tope para recibir asignaciones familiares, a partir del 1 de septiembre. En compensación anunció la creación de un impuesto a la compra y venta de acciones que no cotizan en el mercado de capitales y a la distribución de dividendos, mediante el envío de un proyecto de ley al Congreso. Las medidas fueron anunciadas ayer por la presidenta, Cristina Fernández, al abrir una nueva ronda del diálogo social que se realizó en la Casa de Gobierno con la presencia de sindicalistas y empresarios. Cristina añadió que para los trabajadores de la Patagonia el aumento del mínimo será del 30%.
El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, explicó que se eleva a $ 15.000 el mínimo no imponible para empleados en relación de dependencia y precisó que se elimina la distinción entre solteros y casados. En consecuencia para un soltero la actualización significa un aumento de la base imponible de 80% (el mínimo anterior era de $ 8.360), mientras que para los casados es de 33% (el mínimo era de $ 11.563). Así, según el funcionario, sólo pagarán Ganancias el 10,2% del total de empleados, y el 0,7% de los jubilados y pensionados. "Trabajamos duramente y encontramos la vuelta para que queden excluidas la mayoría de las personas que trabajan en relación de dependencia y que el gravamen caiga sobre los que más ingresos tienen", destacó, a su vez, la Presidenta.
Junto con esta medida, el titular de la AFIP anunció un aumento de 20% en las deducciones para los trabajadores que ganan entre $ 15.000 y $ 25.000. Esto representará un beneficio de entre $ 395 y $ 708 mensuales, según indicaron fuentes de la AFIP.
Echegaray indicó que el impacto fiscal de la suba del impuesto a las Ganancias y de las escalas para recibir asignaciones familiares tendrá un costo fiscal de $ 4.495 millones. El Estado compensará parcialmente esa erogación adicional mediante la creación de un impuesto del 15% a la compra y venta de acciones que no cotizan en el mercado de capitales y de 10% a la distribución de dividendos.
La cumbre
La Presidenta encabezó el segundo encuentro del diálogo social, del que participaron los ministros de Economía, Hernán Lorenzino; de Industria, Débora Giorgi; de Planificación, Julio de Vido; de Trabajo, Carlos Tomada. También estuvieron el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini; la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont; el secretario de Política Económica, Axel Kicillof; el secretario de Comercio Interior; Guillermo Moreno; la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri; el presidente del Banco Nación, Carlos Fabrega y Echegaray.
Por el sector empresario concurrieron Héctor Méndez, presidente de la UIA; Jorge Brito, titular del Banco Macro; Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción; Eduardo Eurnekian (CAC); Daniel Funes de Rioja; Carlos Heller (Banco Credicoop), Enrique Cristofani (Banco Santander), y el presidente de la CAME, Osvaldo Cornide. En tanto, por el sindicalismo, estuvieron el secretario general de la CGT, Antonio Caló, y los integrantes de la mesa directiva y el titular de la CTA, Hugo Yasky, entre otros.
El diputado radical Miguel Giubergia consideró que el anuncio de la suba del mínimo no imponible "ahora suena a demagogia", luego del "baldazo de agua fría que recibió el gobierno en las PASO", el pasado 11 de agosto. En tanto, el presidente de la comisión de Legislación del Trabajo, Héctor Recalde, dijo que se trata de una propuesta "alejada de las especulaciones electorales". Diputados opositores habían presentado ayer un pedido de sesión especial para el miércoles de la semana que viene con el fin de tratar más de 30 proyectos destinados a aliviar a los trabajadores el peso de Ganancias. (Télam- DyN)