San Martín mira atrás y hoy respira. Uf, ¡qué semanita! Fue de las previas más complicadas, con ausencias que preocupaban (Albano Becica suspendido y Augusto Max lesionado), la triste noticia del fallecimiento del padre de Gustavo Ibáñez y con el problema estomacal que afectó a medio plantel y no lo dejó entrenar con normalidad. Todos dramas... Hasta el 3-1.
Pero lo mejor de una tarde-noche ideal no solo fue el resultado: todos cumplieron y superaron esa difícil prueba. El equipo funcionó como tal en una de sus mejores presentaciones. El premio a la figura se lo llevó Ibáñez porque jugó un partido especial y además metió el primero, pero la gente ayer se rompió las manos aplaudiendo la garra de "Maxi" Martínez para sacar todo y el corazón de Luis Silba para pelear arriba y crear peligro. Solo por nombrar otros puntos altos.
"La verdad que pasamos una semana difícil. Esto era una prueba y seguro que salimos airosos. Siempre hablamos del grupo, de los buenos jugadores que hay, y ayer quedó demostrado. Estoy contento porque sacamos adelante un partido duro para seguir arriba", analizó Martín Seri, que además de sus idas y vueltas también aportó a la causa marcando en la red.
¿Era un desafío jugar sin los pilares? "Eso lo pueden pensar ustedes (los periodistas), tengo 30 jugadores que entreno todos los días y se lo que me pueden dar uno y otro", sostuvo Juan Amador Sánchez, conforme con el nivel del juego a pesar de las ausencias.
Hasta los cambios le rindieron al máximo al DT. Guillermo Tambussi entró hecho una fiera y Miguel Fernández se reencontró con el gol en apenas unos minutos. "La verdad que es bueno tener tantos delanteros. Fui defensor y se que el rival se juega el resto (físico) con los delanteros titulares y después no puede con los que ingresan como suplentes, como le sucedió a Chaco", confesó "J.A." contento con el recambio de ayer y con un equipo que (al fin) pudo liquidar la historia. Además, mantuvo la nueva racha intacta (San Martín ganó los últimos tres duelos en La Ciudadela).