A pesar de la lluvia, alrededor de 300 tucumanos marcharon hacia la casa del gobernador José Alperovich, para exigir su renuncia, tras los saqueos sufridos el lunes y el martes. Cuando se estaban acercando al domicilio del mandatario, se encontraron con la Infantería, que les impidió el paso en avenida Mate de Luna y Huemul, frente al parque Guillermina. Esto no los desanimó y hasta pasada la medianoche, los vecinos siguieron firmes en la esquina, exigiendo que Alperovich salga a "dar la cara".
Bajo la lluvia, los vecinos protestaron con pancartas y cacerolas. Con el tránsito parcialmente cortado, hicieron un minuto de silencio, cantaron el himno y le dedicaron cantos al gobernador y a la policía. Los autos que pasan por ahí, acompañaban la protesta tocando la bocina.
Fuentes cercanas al gobernador confirmaron que se encuentra en su domicilio, acompañado de algunos militantes. Toda la cuadra se encuentra protegida por policías y gendarmería, que se mantiene controlando el lugar, aunque ya se hayan retirado los manifestantes.
Como ocurrió ayer y antes de ayer, un grupo de tucumanos se acercó a la plaza Independencia, donde se mezclaron con los hinchas de Boca, que celebran su día. Partieron después, por calle 24 de septiembre, en dirección a la casa del gobernador. Sus reclamos se concentran en el pedido de renuncia del mandatario y el repudio al abandono realizado por la Policía durante los días de saqueo.