Un verano turbulento. Esa es la sensación que han dejado estos primeros 38 días de 2014. El salto del tipo de cambio experimentado a fines de enero, ha debilitado en casi un 23% los pesos que los argentinos atesoraron, guardaron o cobraron por su trabajo. Las reservas del Banco Central enflaquecen, mientras la autoridad monetaria argentina trata de frenar una conducta que el Gobierno nacional ha sostenido para financiarse: emitir moneda sin límites claros.
La inflación devora el poder adquisitivo de los argentinos. Según el relevamiento de precios minoristas efectuado por el Estudio Bein & Asociados, el costo de vida del mes pasado trepó en un 4,4%, casi al doble del ritmo que el verano de 2013. Al efecto estacional por los gastos vinculados con el turismo se le adosó la devaluación y algo de los aumentos registrados en los combustibles. Aquel aumento de los precios fue el mayor desde abril de 2002, observó la consultora, cuando la Argentina había abandonado la Convertibilidad.
Los acuerdos de precios han tenido un efecto relativo frente a la realidad económica. Por caso, en Tucumán está costando afianzarse el plan de “Precios Cuidados”. Entonces, la gran pregunta que se hacen los consumidores es: ¿cómo accionar en tiempos inflacionarios?
Quien llegue a fines de mes con lo justo (o muera en el intento) tendrá que ajustar estrictamente el presupuesto familiar, aún modificando los hábitos de consumo por el fuerte salto que pegó el precio de la carne (roza el 30%), principal alimento de la canasta hogareña. Pero, además, deberá evitar endeudarse. “Si tenés una tarjeta de crédito, creo que este es el tiempo en el que hay que guardarla bajo siete llaves o romperlas”, sugiere el economista Tomás Bulat ante la consulta de LA GACETA. Y esto, según el experto, está relacionado con el alto costo de financiamiento del “plástico”. Precisamente, desde este mes, el costo financiero total por el uso de la tarjeta llegará al 80%, pero además -indica Bulat- si se toman en cuenta los punitorios “puede significar hasta un 100%”. “Por esa razón, creo que no hay que gastar tanto hasta no cancelar la deuda con las tarjetas. A lo mejor, si tenés margen para gastar, tal vez se pueda aprovechar el plan de seis cuotas sin intereses (o los que quedan de esos sistemas) porque la inflación terminará licuando esa deuda”, puntualiza.
Susana Nuti completa la idea de su colega. La economista señala que en tiempos turbulentos no se puede vivir pagando sólo el mínimo de la tarjeta y, por lo tanto, no hay que dejar saldos pendientes. “En el corto plazo, no van a bajar las tasas y este no es el momento para dejar saldos que, con los intereses existentes, pueden llegar incluso a triplicar el ritmo inflacionario”, completa la especialista.
¿En qué invierto?
Si el uso de la tarjeta está caro, tan o más oneroso es conseguir un crédito personal, señalan los especialistas. “Hay que pensar mil veces antes de pedir un préstamo, porque las tasas están muy altas, en torno de un 70%. Y, entonces hay que esperar”, dice Bulat.
Quien tenga pesos disponibles puede animarse a colocar sus ahorros en plazo fijo a 30 días, sugiere. “Creo que el Gobierno no promoverá por ahora una suba del dólar oficial; además, el plazo fijo está rindiendo a razón de un 2% mensual”, sostiene. Claro está que la receta preferida del argentino sigue siendo el dólar. Una alternativa, según el economista, son los títulos argentinos dolarizados (para los ahorristas un poco más sofisticados). “En la coyuntura tienen un buen rendimiento”, indica. El último informe de Delphos Investment coincide con la visión de Bulat. “La opción de bonos en dólares sigue siendo la más atractiva, aunque la volatilidad en el contado con liquidación puede representar nuevas oportunidades de compra. Para la renta en pesos, la tasa variable es la preferida en tanto que los bonos $ + CER deberían experimentar cierto deterioro para ajustarse al rendimiento de los primeros”, indica en su reporte diario.
El dólar puede servir para resguardar el valor del ahorro. “Claro que su rendimiento dependerá de cuánto tiempo puede una persona tenerlo indisponible y recuperar, luego, su capital”, indica Nuti. A su criterio, no hay que ilusionarse que, a través del sistema de cuenta inmovilizada a un año, el que adquiere dólares por esa mecánica tenga los billetes físicos en la mano transcurrido el tiempo. “Nadie te asegura que recibirás dólares billetes; tal vez sí, que se hayan convertido a pesos en la cotización del momento”, indica.
Según el Banco Ciudad de Buenos Aires, la demanda potencial de dólares para atesoramiento de los argentinos está dada por los siguientes parámetros:
• El 27% de los asalariados registrados califican para la compra. Tienen un ingreso promedio de $ 10.614 y, por lo tanto, están habilitados a comprar U$S 265 al mes.
• El 100% de los autónomos califican (ingresos de $ 35.000) e incluso pueden llegar a adquirir hasta U$S 875 mensuales.
• El 22% de los monotributistas califican y ellos pueden atesorar, en promedio, U$S 272 al mes.
Los ruidos en la economía persistirán hasta marzo-abril, cuando los exportadores comiencen a liquidar los dólares. Tal vez luego se aplaquen los vaivenes por el “efecto Mundial”. Sin embargo, Bulat advierte que, más que mirar el dólar, la lupa hay que ponerla en otros dos indicadores claves en tiempos de paritarias. “Están empezando a disciplinar a los sindicatos con la reaparición del desempleo. Por eso digo que hay que mirar con atención ese índice y el de actividad económica para establecer hacia dónde vamos”, finaliza.
Precios cuidados
Monitoreo
Control en la provincia
“Hay que castigar y premiar la conducta del supermercadista”. De ese modo, el director de Comercio, Pablo Zeitune, sugirió la forma de luchar contra las variaciones de precios. Aunque aún no se recibió oficialmente el listado, la provincia, dijo el funcionario, viene realizando un monitoreo del programa “Precios Cuidados”. “Hubo subas puntuales de algunos productos que promedian el 10%, reconoció. Incluso mencionó que en algunos casos, bajaron algunos productos respecto de la semana anterior.
Hola Cristina
CFK, al teléfono
La presidenta Cristina Fernández se comunicó ayer por teléfono con Romina Ivonne, una consumidora que reclamó a Wall Mart de La Plata por la falta de productos de precios cuidados, consignó la agencia Télam. Ivonne relató en Facebook la charla: “ ‘Hola Romina...’, me dice...y era ella, la Presidenta. Le contesté... ‘Hola Cristina... estoy un poco nerviosa’, y me dijo: ‘no te preocupes; no es para tanto’ y entonces me dijo que ella se había encargado de llamar a defensa del consumidor y que iba a haber cambios”.
Los útiles
Canasta escolar a $ 394
BUENOS AIRES.- La canasta escolar de 35 artículos acordada entre el Gobierno y la Asociación de Supermercados Unidos a $ 394 estará conformada por 12 artículos de papelería, siete de dibujo, 11 de escritura, cuatro talles de guardapolvos y una mochila. El costo de la canasta oficial de este año es tres veces más cara que la oferta presentada por la Casa Rosada en 2013, donde la opción más barata era de $ 54 y la más cara de unos $ 110, aunque quedaban excluidos artículos como guardapolvo o mochila. (DyN)
Apagón
Convocan a protesta
El presidente de la Unión de Consumidores Argentinos, Fernando Blanco Muiño, instó a los ciudadanos a no comprar hoy en supermercados, cadenas de electrodomésticos, ni cargar combustibles, “porque estamos viendo que son tres rubros de la economía, que por un lado dicen una cosa y luego hacen otra”. “Esto ha surgido de las redes sociales y adherimos, convocamos y difundimos”, señaló. Dijo que, así, “la sociedad civil puede hacer notar el fastidio que le genera la actitud de los formadores de precios”.(Télam)