CARACAS.- El Gobierno de Nicolás Maduro fijó un plazo de 48 horas para que abandonen el país los tres diplomáticos estadounidenses expulsados. Se los acusa de haber financiado las protestas opositoras que estremecen a Venezuela.
Maduro sostiene que las manifestaciones en su contra -han dejado tres muertos, cientos de heridos y numerosos daños- forman parte de un intento de golpe de Estado planeado por la oposición con financiamiento de Estados Unidos.
El canciller Elías Jaua argumentó que los funcionarios expulsados recorrían las universidades con el pretexto de promover programas para el otorgamiento de visas a estudiantes. “En el fondo es la cubierta para realizar los contactos con los dirigentes que captan para el entrenamiento, el financiamiento y para la creación de organizaciones juveniles mediante las cuales se genera la violencia”, acusó.
Los norteamericanos rechazan las imputaciones. “Los alegatos no tienen base y son falsos. Apoyamos los derechos humanos y las libertades fundamentales, en Venezuela y en el mundo. Pero como siempre hemos dicho, el futuro político de Venezuela es decisión de los venezolanos”, dijo Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado.
Los expulsados son los segundos secretarios con funciones de vicecónsul, Breann Marie McCusker y Jeffrey Elsen, y el segundo secretario, Kristopher Clark.
Máxima tensión
Mientras tanto, el partido opositor Voluntad Popular reafirmó que su líder, Leopoldo López, encabezará hoy una marcha en Caracas. López niega ser el instigador de los hechos de violencia en el país.
La manifestación planea llegar hasta el Ministerio del Interior, en el microcentro caraqueño. “No queremos confrontación, nuestra lucha es pacífica, nuestro terreno, la calle; nuestra estrategia, la no violencia. Los violentos no están de nuestro lado”, advirtió Voluntad Popular.
López fue imputado por un tribunal por varios cargos, incluyendo asociación para el delito, homicidio y terrorismo. Maduro lo instó a entregarse a la Justicia “sin show”.
Voluntad Popular pidió a los participantes en la marcha que vistan de blanco y subrayó que el Estado es responsable de la seguridad de los asistentes. Una chispa puede provocar otra explosión, porque el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) llamó a sus partidarios a concentrase hoy en las plazas céntricas.
“Aquí hay una arremetida fascista de grupos violentos, grupos preparados. Eso lo sabe todo el mundo”, señaló el portavoz del PSUV, Aristóbulo Istúriz.